El rock asturiano arrasa en Los Ángeles

El primer espectáculo que orquestaron fue en Los Ángeles, el pasado jueves, cuando actuaron en Zebulon Club, «la sala de conciertos que está ahora de moda por aquí», cuenta Jorge Muñoz-Cobo, Jorge Explosión, la voz de la banda.

«El espectáculo fue con motivo de la fiesta de cumpleaños de nuestro amigo Maicol Portela. Estuvimos junto al dj. Pachyman, un artista portorriqueño que está arrasando», continúa explicando. «Además, ese show lo abrió Gospelbeach, que es una de mis formaciones musicales favoritas de esta zona. Son los mismos integrantes que Beachwood Sparks, unos emblemáticos del country rock californiano, herederos de Los Byrds», señalaba, aún con la adrenalina del éxito.

Jorge tiene muchos motivos para esta felicidad que derrocha, porque «el covid hizo que faltara mucha gente y, aún así, la sala se llenó bastante», promete. «Seríamos unas 200 personas, y eso no está nada mal. Vinieron amigos de Mystic Braves, Al Lover, Black Angels y The Woogles, que son muy importantes en Estados Unidos».

Doctor Explosión sintió el calor del público en cada uno de los bolos, y eso que dicen que por allí los espectáculos suelen ser más fríos. «Al acabar los conciertos, me contaban que el público americano es más distante y que hacía mucho que no habían visto una respuesta tan buena entre la gente», celebra. Y esa acogida extraordinaria de Zebulon, Oceanside y Van Nuys trajo buenas noticias consigo, porque estos asturianos anuncian ya proyectos futuros en el continente americano. «Ahora, en 2022, vamos a sacar nuevo disco en Estados Unidos, con el sello Slovenly Records». Ese trabajo será «la vuelta definitiva del grupo», lo define Jorge, y, de hecho, ya están confirmados para el Sonorama (el día 13 de agosto), y no será este el único cartel en el que aparezcan. «En breve, publicaremos más fechas de conciertos para 2022, así como la fecha de salida del disco y de los 'singles' a lo largo del año».

Con tantas ideas entre manos, Doctor Explosión resume su éxito americano en su conexión «con la escena del rock independiente en Estados Unidos», gracias a los muchos amigos que tiene, a uno y otro lado del charco, y al objetivo con el que la música se construye. «Al final, como en todo en esta vida, lo importante es vibrar en la misma onda, afinidad musical y amistad».

Está claro que ellos laten al mismo ritmo en el que lo hacen sus colegas americanos y los amantes del rock que, en Los Ángeles, pudieron disfrutarlos y bailar como si ya los conocieran de antes, como si fueran fans de siempre.