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Domingo, 7 de noviembre 2021, 00:56
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«El franquismo nació matando y murió matando», sentencia el historiador Eduardo Abad en el libro 'El antifranquismo asturiano en la Transición' (Trea, 2021), un volumen en el que detalla algunos de los métodos de tortura empleados en Asturias. Métodos como la rueda, que consistía en moler a palos a un detenido que había sido previamente rodeado; la bañera, en la que se le metía la cabeza en agua hasta dejarle al borde de la asfixia; la barra, en la que el detenido era esposado y se le colgaba de una barra para golpearle sin que pudiese defenderse, y el quirófano, en el que se le inmovilizaba sobre una mesa. «'Herramientas policiales' que buscaban destruir la moral y quebrar la resistencia de las personas interrogadas a cualquier coste», añade Abad, que ha documentado numerosas agresiones e incluso muertes y que ha puesto nombre y apellidos a la violencia, como en el caso de «la terrible Brigada Político-Social, en manos del siniestro Claudio Ramos», que demostró «las formas más sádicas de violación de los derechos humanos», y su mano derecha, Pascual Honrado de la Fuente, 'Pascualón', el 'Billy el niño' asturiano, quien, a pesar de su crueldad, en los años 60 fue condecorado hasta dos veces por sus méritos policiales.
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