Salud

Cefalea en racimos: qué es, a quién afecta y cómo tratarla

La llegada de la primavera viene acompañada del aumento de las temperaturas, la presión atmosférica y los cambios en el tiempo, lo que hace que los dolores de cabeza sean más habituales de lo normal. Esta dolencia supone para algunas personas un aténtico calvario, especialmente si se sufre cefalea en racimos.

La cefalea en racimos consiste en un trastorno neurológico que provoca unos intensos y agudos dolores que pueden llegar a ser incapacitantes para las personas que los sufren. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) unas 47.000 personas padecen este transtorno en España y de ellas, el 50% de los pacientes no reciben el tratamiento preventivo adecuado. Esta falta de tratamiento, hace que en el 20% de los casos, este dolor se convierta en crónico.

Aunque no es el tipo de dolor más común, se trata de una enfermedad muy dinámica, en la que los pacientes alternan periodos sintomáticos y asintomáticos. Es decir, los pacientes pasan de no tener dolor de cabeza a tener episodios diarios o casi diarios durante semanas o meses.

Los dolores suelen ser unilaterales y normalmente aparecen alrededor de un ojo, presentándose de forma muy aguda e intensa. En el aspescto físico, esta enfermedad se refleja en ojos rojos, lagrimeo, rinorrea o salida de líquido por la nariz y caída de párpado entre otros. Los dolores suelen presentarse a la misma hora cada día y suelen durar entre 15 y 180 minutos. Del mismo modo, y según la SEN los dolores tienen predominio vespertino y/o nocturno en el 73% de los casos, por lo que en muchas ocasiones despiertan a los pacientes. El movimiento en estos casos puede aliviar levemente el dolor, algo que lo diferencia de la migraña, por ejemplo, donde se recomienda que los pacientes permanezcan tumbados.

Las causas de este tipo de cefalea no están del todo claras, aunque sí se sabe que factores como el alcohol o la falta de sueño pueden propiciarla, así como los cambios estacionales. Pese a ello, existen algunos tratamientos para reducir el dolor de cabeza.

El más frecuente para los episodios de dolor agudo son los analgésicos y los antinflamatorios no esteroides. Sin embargo, hay otros que no requieren de medicamentos o pastillas, sino de oxígeno. Para las cefaleas en racimo que ocurren durante la noche y que no permiten el buen descanso de los pacientes, lo más recomendado es la inhalación de oxígeno.

El diagnóstico tardío e incorrecto lleva implícito, además, el retraso al acceso al tratamiento adecuado. Aunque existen diferentes tratamientos farmacológicos sintomáticos y preventivos, según la SEN se estima que un 50% de los pacientes con cefalea en racimos no recibe el tratamiento preventivo adecuado y que más de un 30% de los pacientes no han tenido acceso al oxígeno como tratamiento de sus crisis.

No obstante, respecto a la prevención resulta difícil llevarla a cabo, pues a pesar de que se trata de un dolor reconocible, el retraso en el diagnóstico de esta enfermedad puede ser de hasta cinco años. Aunque se ha descrito el debut de la enfermedad en la infancia, en la adolescencia o en la tercera edad, la cefalea en racimos suele inicarse en pacientes que rondan los 30 años.

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