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El PRGF logra que se produzca una regeneración ósea alrededor del implante.
La revolución regenerativa

La revolución regenerativa

Se trata del Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRFG) y ha dado un giro de 180 grados a muchos tratamientos, sobre todo a los de los implantes dentales

alejandra rodríguez

Jueves, 10 de noviembre 2016, 09:00

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El sueño dorado de los especialistas en medicina regenerativa es una realidad con un presente y un futuro brillantes. Se trata del Plasma Rico en Factores de Crecimiento. No obstante, los especialistas advierten: están proliferando ofertas engañosas que exageran sus aplicaciones y beneficios y centros que administran compuestos que nada tienen que ver con el producto original.

En la historia de la investigación médica existen pocos casos en los que un fármaco, procedimiento terapéutico o ingenio tecnológico haya obtenido tan buenos resultados en tan poco tiempo, de una manera tan poco agresiva para el paciente y sin efectos secundarios. El Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF, sus siglas en inglés) es una de esas felices excepciones. Este compuesto, desarrollado e implantado por el Biotechnological Institute, una compañía radicada en Álava con presencia en 25 países, ha revolucionado la medicina regenerativa y ha dado un giro de 180 grados a muchos tratamientos en varias especialidades.

Hace poco más de dos décadas, el doctor Eduardo Anitua, especialista en cirugía oral y maxilofacial, buscaba la manera de mejorar la evolución de los implantes dentales con algo que mejorase la capacidad de los mismos para integrarse en el hueso del receptor. Hasta el momento, estas piezas tendían a caerse y la intervención tenía una tasa de fracaso nada despreciable. El equipo científico liderado por este experto desarrolló un compuesto inyectable obtenido a partir de la sangre del propio paciente, al que se extrae sangre como en cualquier análisis convencional. Ésta se centrifuga para separar los diferentes elementos sanguíneos y se aísla únicamente el plasma que concentra los factores de crecimiento y proteínas encargados de la regeneración celular. A continuación, este concentrado se inyecta en la zona que se quiere tratar y la biología hace el resto.

Mejora la eficacia

El resultado es una cicatrización más rápida y menos dolorosa, con menos riesgo de infección y sangrado. Además, se produce una regeneración ósea alrededor del implante, lo que impide que se caiga. En definitiva, el PRGF mejora la eficacia de los procesos naturales de regeneración y reparación celular que son especialmente necesarios cuando en el organismo se produce una agresión; bien por un traumatismo, una lesión o una cirugía. Por este motivo, expertos e investigadores en otros campos médicos no tardaron en vislumbrar las enormes posibilidades que este producto ofrecía a sus pacientes. Médicos deportivos, traumatólogos, oftalmólogos y últimamente dermatólogos y tricólogos han ido incorporando el PRFG en su práctica diaria. «Se trata del mejor avance en terapia regenerativa de los últimos 20 años», defiende el doctor Anitua, con la seguridad que da el haberse convertido en referente mundial en investigación biotecnológica. «Sin embargo, podríamos decir que prácticamente el 90% del plasma que se usa habitualmente no está garantizado ni en bioseguridad ni en eficacia.

Estrictos protocolos

El PRFG exige de la aplicación de unos estrictos protocolos de extracción, obtención, aplicación y posología que se han establecido después de investigar mucho, de contrastar una y otra vez hasta llegar a una evidencia científica clara, pero estamos en una jungla en la que no todo el mundo juega limpio», prosigue el investigador español.

Hay que tener en cuenta que, con las variaciones lógicas de cada especialidad, las infiltraciones de PRFG se hacen en poco tiempo, no son agresivas, no causan rechazo al tratarse de tejido procedente del propio paciente y tampoco tiene efectos secundarios más allá de las molestias leves que causa cualquier pinchazo. «En el plano de los riesgos, este producto es un caramelo», afirman los especialistas.

Precisamente en esta fortaleza es la que muchos han aprovechado para hacer su agosto atrayendo pacientes con mensajes demasiado entusiastas acerca de las aplicaciones de infiltraciones de productos que dicen ser similares a precios sospechosamente bajos.

Para qué vale el PRGF

La Medicina Deportiva y la Traumatología acumulan ya una dilatada experiencia con PRGF. De hecho, han sido, después de los cirujanos orales y maxilofaciales, los grandes defensores de este producto. «Este producto ha supuesto un antes y un después en el tratamiento de la necrosis avascular de la cadera y en la pseudoartrosis; dos problemas que tenían muy mala solución», explica Ángel Villamor, director médico de la Clínica iQtra de Madrid. La necrosis avascular es una enfermedad que mata el tejido óseo cuando la sangre no llega de manera adecuada. Gracias a las infiltraciones de PRGF se forman nuevos vasos sanguíneos que nutren el hueso e impiden que se necrose. Por su parte, los especialistas hablan de pseudoartrosis cuando después de tres meses las fracturas óseas no han cicatrizado convenientemente. «Hasta que tuvimos el plasma, estos casos eran muy difíciles de resolver», afirma Villamor, un especialista acostumbrado a tratar casos difíciles y deportistas de competición que aplica PRGF para tratar, además, lesiones musculares, tendinosas, para frenar el desgaste articular y las úlceras y heridas postquirúrgicas que no cicatrizan bien.

En el campo de la piel, el PRGF no solo se usa para tratar úlceras y afecciones cutáneas complicadas. Los especialistas en Medicina Estética también auguran a este compuesto un futuro muy halagüeño en el envejecimiento de la piel. «Actualmente, el PRGF va bien para tratar las pieles fotoenvejecidas. Además tiene un efecto booster [adyuvante] de otros tratamientos. Hay que tener en cuenta que el láser o los peelings químicos causan una agresión controlada en la piel necesaria para activar sus procesos de regeneración celular; el plasma contribuye a mejorar y a acelerar estos procesos. No obstante, no se puede vender como un simple antiarrugas o sustituto de un lifting convencional», explica Pedro Jaén, presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y director médico del Grupo de Dermatología Pedro Jaén.

Algo parecido sucede en Tricología. Si bien algunos hablan del PRGF como un nuevo producto milagroso contra la caída del cabello, lo cierto es que los especialistas son mucho más cautos al ensalzar la propiedades de este producto como crecepelos. Según la evidencia disponible, el PRGF es una terapia válida para usar en alopecias androgenéticas que afectan a mujeres postmenopáusicas y siempre como complemento de otros tratamientos que sí han demostrado su eficacia, tales como el minoxidil o la finasterida. En este sentido, el plasma rico en factores de crecimiento mejora la calidad y grosor del pelo, así como su nutrición y aspecto.

Finalmente, la Oftalmología es otra de las áreas que más se está beneficiando de las propiedades de este fármaco. Según una revisión liderada por Jorge Alió, cirujano oftalmológico en Vissum, el colirio desarrollado a partir de PRFG resuelve de manera muy satisfactoria úlceras corneales, ojo seco y otras alteraciones de la superficie ocular.

« No obstante, no hay que olvidar que se trata de un medicamento y hay que usarlo como tal», concluye el doctor Anitua.

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