Las claves de la nutricionista Laura Pire para proteger tu microbiota cuando tomas antibiótico

Te van a poner un implante, tienes una bronquitis o una herida que necesita un antibiótico y aparece el pánico a estropear nuestra microbiota o flora bacteriana.

Hemos pasado de tomarlos alegremente para cualquier catarro sin infección, consiguiéndolos de extranjis y automedicándose, a tenerles pavor. A veces, son imprescindibles. La buena noticia es que el organismo se busca la solución si le echamos una mano con algún complemento y una alimentación correcta para estos casos.

Actualmente existen probióticos excelentes en la farmacia, justamente creados para proteger al organismo del posible barrido de bacterias que produce el antibiótico. Si añadimos uno de esos complejos de bacterias y, además, incorporarmos alimentos y complementos prebióticos, conseguiremos reponernos sin más problema.

El probiótico es el conjunto de bacterias que añadimos tomando una cápsula o unos polvos envasados que compramos en la farmacia. El prebiótico puede ser desde una vitamina que acompañe al probiótico, hasta su propio vehículo como ocurre con el yogurt, por ejemplo, que las bacterias viven y se alimentan en ell mismo alimento.

El enterococcus faecium es una cepa excelente para protegernos. Es capaz de replicarse rapidísimo para cubrir el intestino y además, resiste al antibiótico. No se muere. Este sería el probiótico y una crema de verduras o una papilla de frutas sería un perfecto prebiótico para alimentar estas bacterias tan beneficiosas en el momento del tratamiento.

El antibiótico, solo cuando es necesario, completando con precisión la duración del tratamiento sin dudarlo y, sobre todo, sin miedo.