La pandemia aumenta la disfunción eréctil

Hace meses se detectó un nuevo síntoma de la covid 19: erecciones de hasta cuatro horas en algunos pacientes con cuadros severos. La noticia corrió como la pólvora y lo que era una complicación tromboembólica fue acogida entre chascarrillos y casi muestras de júbilo. El coronavirus no potencia la virilidad. De hecho, los médicos ya han anunciado que la pandemia disparará la disfunción eréctil.

Dos motivos fundamentales están detrás de esta problemática. Por un lado, los factores psicógenos derivados de la situación de estrés, que está provocando un impacto directo en la esfera psicológica y redunda en la salud sexual; por otro, el impacto de la propia enfermedad, ya que que el SARS-CoV-2 ataca fundamentalmente al endotelio, y «donde más abunda este tejido en el cuerpo humano es en el pene«.

El jefe del Servicio de Urología del Hospital Quirón Ruber 39 de Madrid, François Peinado, lo advirtió ayer en una rueda de prensa convocada para presentar la web 'DE Soluciones', cuyo propósito es concienciar y ofrecer a todos los usuarios de Internet información de calidad, accesible y fácil de entender sobre la disfunción eréctil, un mal que afecta a más de la mitad de los varones mayores de 50 años.

En la línea de lo que ha expresado Peinado se han manifestado también los doctores Javier Romero-Otero, jefe de Servicio Urología HM Hospitales en Madrid y responsable Unidad Andrología y Cirugía Recosnstructiva del HU12 Octubre, y Eduard Ruiz Castañé, director del Servicio de Andrología de la Fundación Puigvert en Barcelona.

La infección por coronavirus está directamente relacionada con la disfunción eréctil por varios puntos. Al endotelial se suma el déficit de testosterona que produce el virus y también una posible «influencia hormonal en el control de toda la sexualidad». A

Aunque sean necesarios «estudios minuciosos» sobre el tema, los expertos consideran que ya se puede establecer una conexión el incremento de esta limitación y la pandemia .«Se va a abrir un capítulo nuevo y va a haber una sexualidad post-covid«, ha vaticinado Ruiz Castañé.

Por otro lado, los hombres con mayor riesgo de sufrir complicaciones graves secundarias tras el contagio por el virus son también los que tradicionalmente presentan mayor riesgo de disfunción: adultos mayores con diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, sobrepeso/obesidad y/o múltiples comorbilidades.

Otros factores que potencial el mal son el tabaquismo y las enfermedades pulmonares. De hecho, más del 80 por ciento de los hombres que padecen esta patología pueden encontrar su origen en un problema o trastorno físico.

El abordaje de la disfunción eréctil debe acometerse desde una perspectiva multidisciplinar porque puede ser un indicador de una enfermedad grave en el futuro. Quien sufre disfunción eréctil es el mismo perfil de paciente que puede tener un ictus o un infarto agudo de miocardio.

«El hecho de que los médicos de Atención Primaria pregunten por la vida sexual de los pacientes permite detectar precozmente, como un síntoma centinela o una alerta, una enfermedad mucho más grave», ha explicado el doctor Ruiz Castañé. La limitación es que el 42 por ciento de la población no conoce los factores de riesgo de la disfunción eréctil y el 62 por ciento teme hablar de ello por no sentirse entendido e incomodar al profesional.

«Hay que reflexionar, no solo a nivel técnico, sino a nivel social», defienden los especialistas, que apuestan por promover una educación sexual desde los colegios para normalizar un tema que continúa siendo tabú.