Una forma de correr para cada tipo de runner

Ondeemos la bandera blanca y rindámonos a la evidencia: la colonización runner ha triunfado. Ha conquistado calles y parques, invadido las conversaciones diarias y se ha hecho un hueco en la agenda social de millones de españoles ("¿quedamos para correr?"). Sea por moda, por no quedarnos al margen de esas discusiones sobre entrenamientos y carreras populares cada vez más frecuentes a la hora del café en el trabajo o en las reuniones de amigos, o porque va calando el mensaje de que hay que levantarse del sofá y empezar a moverse... lo cierto es que eso del running va camino de dejar de ser una tendencia pasajera para establecerse como un hábito asentado.

Las últimas cifras del CIS, del año 2014, dicen que tres millones de españoles salen a correr al menos un par de veces por semana. ¡Enhorabuena!, porque su salud ya estará aprovechando sus beneficios. Convertir en habitual el gesto de anudarse las zapatillas y salir a trotar por parques y aceras eleva el estado de ánimo y la autoestima, y mejora los estados depresivos, la ansiedad y los problemas de sueño. Por otra parte, refuerza el tono muscular y aumenta la masa ósea, con lo que se previenen y alivian los problemas articulares, la osteoporosis y los dolores de espalda. Además, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2, hipercolesterolemia e hipertensión. Y sí, claro, zancada a zancada también vas quemando calorías y perdiendo kilos. (Más información en MujerHoy.com)