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Izquierda: imagen de Francisco Marín Núñez; arriba: tareas de búsqueda de los restos del avión en la orilla de la playa. Antoino Gil / AGM

Muere un comandante tras estrellarse su caza contra el mar en Murcia

El C-101 de Francisco Marín, de 43 años, realizaba un entrenamiento cuando cayó en picado en aguas de La Manga ante cientos de bañistas

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Lunes, 26 de agosto 2019

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El comandante del Ejército del Aire Francisco Marín, murciano de 43 años, casado y con un hijo, falleció este lunes después de que el avión C-101 que pilotaba en un entrenamiento cayera en picado en aguas de La Manga del Mar Menor, a media milla de la costa, pasadas las 9:30 de la mañana. El experimentado piloto tenía 3.300 horas de vuelo y fue miembro de la Patrulla Acrobática Águila. Marín era el único tripulante de la nave y logró eyectarse antes del impacto del caza, según el Ejécito del Aire.

El C-101 estaba en la fase final de su vida operativa, con 30 años de funcionamiento, y el Ministerio de Defensa ya había comprometido225 millones para la compra de un avión de entrenamiento para la Academia General del Aire (AGA) de San Javier (Murcia). El último siniestro con un caza C-101, el mismo modelo español que utiliza la Patrulla Águila, ocurrió en abril de 2012, cuando dos militares murieron al estrellarse en las cercanías de la cárcel de Alcalá-Meco (Madrid).

Una comisión militar se desplazó este lunes a La Manga para investigar si el accidente se debió a un error humano o a un fallo mecánico. Buzos de la Armada encontraron la cola y parte del fuselaje a 15 metros de profundidad y restos humanos aparecieron esparcidos en la playa más cercana al siniestro, que fue presenciado por numerosos bañistas.

Maniobras

El subdirector de la Academia General del Aire, José María Alonso, señaló que en las imágenes captadas se observa cómo el comandante intentó rectificar el picado del caza sin éxito. Testigos presenciales dijeron que la aeronave «estaba haciendo una especie de maniobras y ha habido un momento en el que ha comenzado a descender y cuando parecía que iba a emprender el vuelo se ha estrellado».

El jefe de Capitanía Marítima de Cartagena, Óscar Villar, encargado de coordinar a las cerca de 300 personas de la Armada, el Ejército del Aire, Salvamento Marítimo, Cruz Roja y Protección Civil desplegadas para recuperar los restos del reactor y del instructor, admitió que la operación «no es fácil» por la diseminación de los objetos.

Tras confirmar que aparecieron «restos orgánicos de naturaleza humana» en las playas de La Manga del Mar Menor, el coordinador reveló que todavía no se había encontrado la parte de la cabina y de los motores. Los rescatadores, además, tendrán que enfrentarse en las próximas horas a una alerta naranja por gota fría en la zona.

Francisco Marín fue elegido por sus compañeros para ejecutar las maniobras más arriesgadas de la Patrulla Águila, como 'loopings' invertidos, virajes y caídas en picado a velocidad cero. Para prepararse para el puesto, aseguró en una entrevista publicada en 'La Verdad' que procuraba «estar en forma: hago carrera, gimnasio, 'crossfit' y fútbol, también ejercicios para fortalecer la espalda porque sufre mucho con el impacto del vuelo». A pesar de la preparación física, el propio comandante reconocía que al mando de la aeronave trataba de concentrarse al máximo: «Cuando vuelo no dejo que nada del exterior entre en la cabina. Es como una meditación».

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