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Exterior de la Escuela Militar de Paracaidismo 'Méndez Parada', en Alcantarilla, Murcia. R. C.
Seis años de cárcel para el teniente que se masturbó delante de una soldado

Seis años de cárcel para el teniente que se masturbó delante de una soldado

El Tribunal Militar, por dos votos a uno, ve probado que hubo acoso sexual, abuso y trato degradante e impone una sanción de 106.754 euros

MATEO BALÍN

MADRID.

Jueves, 27 de junio 2019, 03:33

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Un tribunal militar ha condenado a seis años y medio de prisión a un teniente del Ejército del Aire, hoy en situación de reserva, que se masturbó delante de una soldado en su despacho, entre otros episodios de acoso y abuso sexual cometidos entre octubre de 2014 y marzo de 2016 en la Escuela Militar de Paracaidismo 'Méndez Parada', en Alcantarilla, Murcia.

Por dos votos a uno, el Tribunal Militar Territorial Primero considera probado que el teniente F. C. A., por aquel entonces subteniente, cometió un delito de trato degradante, inhumano o humillante en concurso ideal con uno de lesiones psíquicas, castigado con tres años y un día de prisión, según el Código Penal Militar; otro delito de acoso sexual en grado de consumación, penado con dos años de prisión; y un tercero de abuso sexual, por el que se le condena a un año y seis meses de cárcel.

Del mismo modo, el órgano castrense impone al condenado una indemnización de 106.754 euros para la mujer. El montante resulta de los 720 días de baja médica que pasó la víctima (38.131 euros), por las secuelas y el estrés post-traumático padecido (18.623 euros) y por los daños morales ocasionados (50.000 euros). En caso de impago, se declara responsable civil subsidiario al Estado.

Los hechos probados de la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, relatan que en el periodo comprendido entre octubre de 2014 y marzo de 2016 el entonces subteniente aprovechó «momentos en los que estaba a solas» en el despacho de la Secretaría de la Jefatura de Estudios para acosar a la soldado, destinada en aquel departamento. Le decía frases como «mira cómo me pones» o «te gustaría comérmela», y protagonizó actos «de un marcado carácter sexual, como tocarse el pene o masturbarse» delante de ella.

Esta, pese a oponerse, sufrió tocamientos en alguna ocasión en los genitales y recibió «reiteradas proposiciones de mantener relaciones sexuales, con veladas amenazas en caso de no acceder a ello», describe el ponente de la sentencia, que contó con los votos favorables del presidente del tribunal y del vocal togado, ambos coroneles, y del fallo discrepante del vocal militar, comandante del Ejército del Aire. Este consideró que los hechos no han quedado suficientemente probados porque ha habido «incoherencias» en las declaraciones de los testigos.

Otro episodio probado ocurrió el 14 de enero de 2016, con ocasión de un trayecto desde la base de Alcantarilla al Hospital Militar de Cartagena en un vehículo conducido por por la soldado y cuyo acompañante era el condenado. Este iba en el asiento del copiloto y se masturbó, y en el trayecto de vuelta le propuso ir a una vivienda en Los Alcázares para mantener relaciones sexuales, «a lo cual la mujer no le contesta, acelerando el vehículo que conduce rápidamente para volver a la base».

Tras conocer la sentencia, el letrado de la soldado, Antonio Suárez-Valdés, recordó que, inicialmente, el ministerio había expulsado a la soldado por la patología psicológica sufrida como consecuencia de esta situación de acoso, en contra del criterio de los propios médicos militares. Ahora dice Suárez-Valdés, los tribunales han hablado y corresponde a la Ministra enmendar su error de inmediato, garantizando la protección de la víctima y reconociendo que el daño causado a la misma lo fue como consecuencia del acoso de un miembro de las Fuerzas Armadas.

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