«Yo pensaba que los padres de mis amigas también les hacían eso a ellas», dice una víctima de abuso sexual en Ibiza
Su padrastro, al que se acusa como autor de los hechos, afronta una condena de 14 años y medio de cárcel
europa press
Sábado, 22 de enero 2022, 18:41
Años de abusos sexuales por parte de su padrastro. Eso es lo que afirmó esta semana ante un Tribunal de la Audiencia Provincial de Baleares una joven, que relató el sufrimiento al que afirma fue sometida por el acusado, para el que la Fiscalía pide una condena de 14 años y medio de cárcel. En el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia, la joven, que ahora ya es mayor de edad, explicó que no contó nada hasta pasados varios años, entre otros motivos, porque no era consciente de la gravedad de lo que estaba ocurriendo. «Yo pensaba que los padres de mis amigas también les hacían eso a ellas», explicó entre sollozos. La joven prestó declaración en la sala separada por un biombo del acusado.
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La víctima explicó que todo comenzó «de forma muy inocente al principio», con juegos de «cosquillas». «No sé en que momento 'se cruzó'», se lamentó. Según relató, de las cosquillas, el hombre pasó a besos en la boca, tocamientos y también trataba de forzarle a masturbarle. Igualmente, indicó que a veces dormía en la cama con sus padres y una vez él la estuvo «tocando toda la noche», con su madre «al lado» durmiendo. También dijo que a menudo él entraba en el baño mientras ella se estaba duchando. «No sabía qué tenía que pensar, no sabía cómo me tenía que sentir. Nadie me había hablado de qué era el sexo o el consentimiento», declaró, visiblemente afectada.
La joven señaló que esto ocurrió de forma continua durante varios años, hasta que, en una ocasión, él la penetró, sin llegar a conseguirlo completamente. «Me dijo, 'vamos a hacer esto bien'», apuntó. En ese momento, ella se escabulló de la habitación y a partir de ahí comenzó a evitarle. Entonces, la relación se comenzó a tensar. «Me decía, 'ya no molas tanto, si ya no te gustan las cosquillas es que ya no molas'», contó.
Finalmente, el caso salió a la luz cuando la menor, ya en la adolescencia, acudió a la orientadora de su colegio. Lo hizo para hablar sobre la mala convivencia que tenía con su padrastro, y no pensaba hablar de los abusos, pero el asunto terminó apareciendo en la sesión: «No pensaba contarlo, lo quería guardar en secreto. La orientadora tardó muy poco en concertar una cita con mi madre».
El acusado lo niega
Por su parte, el acusado ha negado los abusos: «Eso es una fábula, eso nunca ha pasado», afirmó. Además, el acusado aseguró que la relación con la niña fue «muy mala desde el principio» porque la menor «tenía malos modales y contestaba». También contó que cuando se casó con su madre, la menor «estuvo llorando toda la mañana en el ayuntamiento» por un berrinche supuestamente por celos.
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La menor declaró lo opuesto, que la relación con su padrastro era muy buena al principio: «Ojalá nos hubiéramos llevado mal, ojalá nunca me hubiera tenido que tocar ni un pelo, ni dar la mano por la calle», dijo la hijastra.
El acusado también afirmó que la madre de la menor le habría exigido, a través de un abogado, 50.000 euros a cambio de no denunciarle. La madre negó ese extremo, asegurando que eso es «mentira» y que «nunca» le ha pedido dinero. De hecho, esa acusación del padrastro ya fue objeto de otro juicio por supuesta extorsión, y la mujer resultó absuelta.
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Hay otro punto en el que difieren las declaraciones del matrimonio. El hombre afirmó que, cuando la orientadora del colegio informó a la madre, esta no había creído a la niña y que él se fue voluntariamente de la casa porque «la tensión era muy fuerte» y «aquello era insostenible». Sin embargo, la mujer declaró que creyó a su hija desde el principio y que «echó» al hombre ese mismo día en cuanto llegó a casa. La madre mantuvo que la relación entre su pareja y su hija era buena al principio, y que ella no sospechaba porque confiaba en él. «Nos engañó a las dos», señaló. Cuando la orientadora le dijo que la niña había relatado que su padrastro abusaba de ella, la mujer se quedó «en shock».
La madre se lamentó por no haberse percatado de lo que estaba ocurriendo. «Yo estaba tranquilamente pensando que se lo estaban pasando bien jugando, y el que se lo estaba pasando bien era él». La mujer también declaró que su pareja «controlaba el móvil» de su hija.
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Lo confesó a un conocido
Por otro lado, una conocida de la pareja explicó que su marido, ya fallecido, tuvo una conversación en un bar con el acusado, cuando la niña ya había contado los abusos. Según la testigo, el hombre estaba contando a su marido que su pareja le había echado de casa y le dijo «que efectivamente sí la tocaba, pero que no la había penetrado».
Por último, una psicóloga que examinó a la menor consideró que aportó un testimonio «muy creíble» ya que su relato reúne varios rasgos que indican verosimilitud. Igualmente, corroboró lo contado por la víctima: «Me dijo que en un momento él quiso ir 'más allá', y que se sintió 'como una cucaracha' encima de él». La facultativa también explicó que es muy habitual, en casos de abusos a menores con estas características, que no lleguen a contar lo ocurrido hasta que alcanzan cierta madurez.
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La Fiscalía eleva la pena
Al término del juicio, la Fiscalía elevó la pena que pide para el acusado, originalmente de 12 años de cárcel, a 14 años y medio. A esta petición se adhirió la acusación particular. La fiscal rechazó en su informe la posibilidad de que la menor se inventara todo por celos respecto a la relación entre el acusado y su madre. Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide una orden de alejamiento en favor de la víctima, una medida de libertad vigilada tras el cumplimiento de la condena de cárcel, que se inhabilite al acusado para actividades que conlleven contacto con menores y una indemnización de 20.000 euros por las secuelas y el daño moral. El acusado ya ha consignado 5.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Por su parte, la defensa pidió la absolución. La abogada defensora considera que la menor pudo verse sugestionada en los interrogatorios en la investigación y destacó diferencias en su relato ante el tribunal y las versiones anteriores. Igualmente, acusó a la madre de la víctima de mentir, afirmando que la denuncia estaría motivada por razones económicas. Además, la defensa pidió la nulidad de algunas actuaciones de la causa por cuestiones formales. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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