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La entrada de la conocida como «Casa de la droga», en el barrio de San Lorenzo (Roma) con mensajes de condolencia: «Justicia para Desirée. San Lorenzo no te olvida». AFP
Los agresores de Desirée Mariottini: «Mejor ella muerta que nosotros en la cárcel»

Los agresores de Desirée Mariottini: «Mejor ella muerta que nosotros en la cárcel»

Se dirigían de esta manera a aquellos que intentaban auxiliar a la joven italiana

EL COMERCIO

Gijón

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Jueves, 1 de enero 1970

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Van saliendo a la luz los detalles de las doce angustiosas horas que vivió Desirée Mariottini, la adolescente italiana de 16 años que fue drogada y violada en grupo, pasó en el edificio conocido como la 'Casa de las drogas', en el barrio de San Lorenzo de Roma. Un largo y terrible lapso de tiempo en las que sus agresores abusaron de la joven, inconsciente por la mezcla de psicotrópicos, y en las que sus torturadores impidieron que nadie la ayudara. «Mejor ella muerta que nosotros en la cárcel», les decían a aquellos que se acercaban a auxiliarla, según se recoge en el informe preliminar de los hechos, adelantado por el 'Corriere della Sera'.

Habría varios testigos del suceso, según el escrito, quienes están ayudando a reconstruir lo ocurrido entre el 17 y el 18 de octubre, cuando Desirée agonizó durante horas hasta finalmente morir. Un hombre de origen italiano habría suministrado a los detenidos los antiepilépticos y antipsicóticos que los tres inmigrantes detenidos dieron a la joven. «Así privaron a Desirée de la capacidad de reaccionar» para reducirla a «un mero objeto sexual», escribe el juez en el informe que ha llevado a, de momento, cuatro acusados a la cárcel. Ellos habrían dado otros dos nombres de también supuestos implicados extranjeros que se encuentran fugados.

Dejarla morir por evitar problemas

Según los testigos, Desirée llegó al edificio buscando drogas y se dirigió a los acusados, a quien ya conocía. Como no tenía dinero, habría accedido a mantener relaciones sexuales a cambio de sustancias, aunque se corrió la voz y fue drogada hasta la inconsciencia y violada en grupo por al menos cuatro hombres. Uno de los testigos afirma que vio a la niña con el senegalés Brian Minteh (llamado Ibrahim) y su compatriota Yusif Salia. También estaría presente el nigeriano Chima Alinno (conocido como Sisco). Con ellos estaba Desirée, tumbada en la cama donde después se la encontró muerta. Otro de los testigos asegura que vio cómo le daban a la adolescente una mezcla de metadona, tranquilizantes y medicamentos, para después ser violada por Mamadou Gara (conocido como Paco) y Youssef. «Los vi», declara el testigo, quien asegura que al día siguiente increpó a ambos por haber drogado y violado a la menor.

«Le dieron agua y azúcar mientras moría. Luego, cuando vieron que se estaba volviendo cianótica, la pusieron en un sofá y después murió», recogía este sábado el periódico italiano «Il Messaggero». En el momento en que tres de los acusados (Youssuf, Ibrahim y Sisco) advierten la gravedad del estado de Desirée, es cuando deciden dejarla morir para evitar complicaciones con la justicia, según advierte el juez en el informe. Es por ello que evitan que otras personas socorran a la menor. Una hora después de que la joven fallezca, alguien llama a los servicios de urgencias afirmando que «una joven estaba muy mal», aunque ya era tarde.

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