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Francisco Nixon, en una imagen tomada en una librería del barrio madrileño de Ópera. IÑAKI MARTÍNEZ

«Durante mucho tiempo, consideré seriamente ser animador de cruceros»

Francisco Nixon (Vocalista de Australian Blonde): «El éxito de Australian Blonde no fue para tanto. Comparados con otros grupos, éramos hasta un poco infantiles»

AZAHARA VILLACORTA

GIJÓN.

Domingo, 23 de septiembre 2018, 04:45

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Francisco Nixon (Gijón, 1971) es el proyecto en solitario de Fran Fernández, quien fuera vocalista de La Costa Brava y, aún hoy, esporádicamente, de Australian Blonde. Ahora, radicado en Madrid hace más de una década, trabaja en Deezer, una empresa francesa de música en streaming, como editor de Contenidos para España, Portugal e Italia. Desde allí recibe a EL COMERCIO cuando se cumple un cuarto de siglo de su mayor éxito: 'Chup chup'.

-Si no hubiese nacido en Gijón en 1971, ¿dónde y cuándo le hubiese gustado que le hubiesen nacido?

-En las colonias terrestres de la galaxia de Andrómeda del siglo XLVIII.

-¿Por qué cambió Xixón por Madrid?

-Nuestros padres se fueron del campo a la ciudad. Nosotros, de provincias a la capital. Nuestros hijos supongo que se irán del país.

-¿Y Fernández por Nixon?

-Fue para poder salir en las búsquedas de Google.

-Hace poco dijo que no se le caerían los anillos por tener que tocar en la calle. ¿Tanto le afectó la crisis?

-Cada generación tiene su música y la industria ha cambiado mucho. Hoy en día, no me plantearía tener una carrera como intérprete.

-¿Qué era lo que más y lo que menos le gustaba de este oficio?

-Lo que más me gustaba era tocar en directo y componer. Lo que menos, los viajes.

-He leído también que le ha encantado conocer a alguna gente. ¿Alguien a quien admire?

-David Trueba. Es una de las mejores personas que he conocido. Dedica gran parte de su tiempo a ayudar a los demás de forma anónima.

-Y que se arrepintió de buscar tanto el éxito en lugar de disfrutar... ¿Lo ha corregido?

-El padre de Elvis Costello, que tocaba en una orquesta, decía que hay tres razones para hacer un recital: por el dinero, por los contactos y por la música. Ya solo toco por la música.

-¿Se siente bien tratado por el público y la crítica?

-Me siento muy afortunado en ese sentido. Nunca pensé que alguien como yo hubiera podido disfrutar de una carrera tan larga.

-¿Y ha aprendido ya a tocar la guitarra, que era uno de sus últimos propósitos?

-No. ¡Sigo en ello! Tengo un montón de manuales, pero apenas tiempo para practicar. Es una de las cosas de las que más me arrepiento: de no haber dedicado un mayor esfuerzo en formarme.

-Ha tocado a domicilio y en el Thyssen. Cuénteme eso, por favor.

-Con mi antiguo grupo, La Costa Brava, inventamos un formato reducido para poder hacer conciertos en casas. La idea no era nuestra, se la copiamos a un artista holandés, Mist. La cosa tuvo aceptación y desde entonces la gente me llama de vez en cuando para tocar en eventos privados. En el Thyssen, eran unas jornadas de pintura y música.

-¿Algún sitio más digno de reseñar?

-Estuvimos en París y en Alemania. También salimos en un reportaje del telediario de Antena 3. En general, fueron experiencias increíbles.

-Se cumplen veinticinco años del 'Chup chup'. ¿Cómo recuerda aquella época?

-Hay una frase de la novela 'El gran Gatsby' que me gusta mucho: «El pasado no se puede repetir». Fue una época muy divertida. Tuvimos mucha suerte de poder vivirla.

-Sus compañeros, Tito y Roberto, me han contado que se permitieron ser un poco cretinos durante un tiempo. ¿Y usted?

-Tomamos las decisiones que pudimos con la información que teníamos. Yo creo que nuestro mayor error fue el anuncio que hicimos con Pepsi, aunque quién sabe. Las decisiones hay que asumirlas y no tiene sentido lamentarse por lo que pudo haber sido y no fue.

-¿Cómo se consigue volver a poner los pies en la tierra después de aquel petardazo?

-Tampoco fue para tanto. Comparados con otros grupos, éramos hasta un poco infantiles.

-Y que llegaron a tocarlo varias veces en Vigo. ¿Quedó fartucu de su tema?

-Estoy muy agradecido a esa canción, todavía la tocamos con Australian.

-También me confesaron que dilapidaron el dinero de Australian.

-Siempre fui una persona bastante austera. No tengo casa ni coche. Todo me lo gasté en libros y en viajar.

-Ha dicho también que lo del Xixón Sound fue un invento mediático.

-Es verdad, pero no creo que eso le quite ningún mérito. Al contrario: significa que ahí había algo. También la Generación del 98 es un invento mediático. ¿O es que la gente se piensa que Machado salió un día de casa y dijo: «Unamuno, vamos a hacer la Generación del 98»?

-¿Le quedan muchos sueños por cumplir?

-Ver crecer a mi hija.

-La letra de algunas de sus canciones como 'Erasmus borrachas' fueron tachadas de machistas. ¿Qué tiene que alegar en su legítima defensa?

-La idea surgió durante mi época de estudiante en Oviedo. Me llamó la atención un bar lleno de chicas que llevaban sandalias en invierno. Básicamente, la letra dice eso: «Erasmus borrachas que llevan sandalias».

-Otro de sus títulos es 'Lo malo que nos pasa'. ¿Qué es?

-Los mercados locales destruidos por los grandes monopolios, sin que a nadie parezca importarle.

-'Me casaré cuando me enamore'. ¿Expectativa o experiencia real?

-Todas mis canciones lo son.

-'Inditex'. ¿Es fan de Amancio?

-Fan de la gente que trabaja atendiendo al público.

-¿'Chicos bajos, chicas altas' nació de algún complejo?

-Evidentemente, sí.

-¿'Nadie es de nadie'?

-Nadie es de nadie y el mundo es de todos.

-¿A qué partido le cedería 'Elígeme' como tema de campaña?

-A ninguno.

-'Animador de crucero'. ¿Profesión frustrada o pesadilla recurrente?

-Durante mucho tiempo, fue una opción laboral que consideré seriamente.

-Y, por último, 'Robando cobre'. ¿De dónde le vino la inspiración?

-Cerca de nuestro local de ensayo había unos señores pelando cables y nos ofrecieron trabajo.

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