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Domingo, 18 de noviembre 2018, 09:57
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En agosto de 2017, una mujer fue estrangulada hasta la muerte en su domicilio en Corning, Nueva York. Los presuntos asesinos, según las primeras investigaciones, habían podido ser su marido y su hija: Lloyd y Karrie Neurauter. Finalmente fueron detenidos en enero de 2018 tras una conversación telefónica entre ambos.
En dicha conversación, que ahora sale a la luz, Lloyd asesoraba a su hija, Karrie, sobre lo que debía decir y hacer cuando fuese citada por los agentes. «Diles que todo esto ha sido muy duro para ti», decía Lloyd que además hacía la siguiente petición: «¿Podrías llorar?». «Puedes llorar y decir: Lo siento, tengo que irme».
Gracias a estos mensajes, la policía pudo resolver el caso. Karrie se declaró culpable, afirmando que había sido su padre quien había ideado el crimen y que no se trataba de un suicidio, como habían querido hacer parecer. Ella había estado con su hermana menor procurando que no se enterase de lo que ocurría, mientras que su padre estrangulaba a su madre. Posteriormente, Lloyd, también se declaró culpable de ese y otros delitos, uno de ellos, el de conspiración en segundo grado e interferencia en la investigación. El hombre quería la custodia de su hija menor, quien aún vivía con la madre, sin tener que pagar la manutención, razón por la cual decidió planear el asesinato junto a su hija.
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