Coronvirus en Asturias | Las víctimas mortales por la pandemia se disparan en Asturias con diez fallecidos más

La pandemia aprieta el paso en Asturias con diez muertos en un día. En tan solo veinticuatro horas el número de fallecidos por coronavirus en la comunidad se incrementó un 83%, pasando de 12 a 22 víctimas mortales. Los casos positivos de COVID-19 registrados en la región son ya 662, de los que 610 están activos, según los datos aportados por la Consejería de Salud. De los casos confirmados, 181, es decir el 26%, requieren hospitalización. De ellos, 158 pacientes permanecían ayer en planta y 23 estaban en la UCI.

La parte positiva de este balance es que, aunque más despacio, también aumentan las curaciones. Este lunes nueve afectados recibieron el alta tras dar negativo en los controles. Se elevan así a 30 personas las que han superado la afección y le han ganado la batalla al nuevo virus. Una de las mejores noticias de la jornada fue ver salir de la UCI a la primera paciente asturiana dada de alta en la unidad, que agasajada con los aplausos de los sanitarios era trasladada a planta.

El pico de la pandemia se acerca. Los expertos vaticinaron que el número de afectados crecerá hasta al alcanzar un pico máximo en la región de entre 200 y 205 casos positivos en un solo día. El momento se predijo para mañana o pasado aunque los 68 nuevos casos de ayer parecen retrasar ese momento. Según los estudios, la comunidad llegaría a en breve a los 1.300 casos acumulados para comenzar después de superar la curva a descender de forma gradual hasta alcanzar el máximo de 2.600 enfermos.

El mensaje de las autoridades es directo, duro y poco halagüeño. Los símiles con «situaciones de guerra» alertan de lo que está por venir. Una alargada sombra que se cierne sobre todo lo que conocemos . Además de la inconmensurable pérdida de vidas, el coronavirus ha calado hasta los cimientos del sistema productivo. En el Principado el último dato dato oficial de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) superaba la semana pasad los 1.300. Ahora los sindicatos aseguran que serán muchos más. El últmo, el de Daorje, la mayor empresa auxiliar de Arcelor. Con los cierres de empresas llega la incertidumbre del desempleo que atenaza a miles de familias asturianas.

Pero sin duda, la parte más dura de de la pandemia se refleja en las víctimas mortales. La enfermedad se ceba con las personas mayores de 60 años. Uno de las últimos fallecidos, ayer, fue Tomás Gallego Oterino, fundador de la autoescuela Tomás de Gijón. De 87 años de edad y con patología prevía, residía en un centro privado de mayores. Desde el el día 20 permanecía en el HUCA, adonde fue trasladado desde el hospital de Cabueñes.

La preocupación para el Gobierno regional por el COVID-19 se incrementa porque uno de cada cuatro fallecidos en Asturias era usuario de la red geriátrica pública, la que gestiona Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA). Este organismo, que depende de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, acumula ya seis fallecidos en dos de sus centros: cuatro en el de Grado, el mayor foco de contagios, y dos en Palacio del Villar, de Castrillón, donde fallecieron dos personas en menos de 24 horas. Suma, además, 93 casos de coronavirus en siete centros. Una cifra a la que se añade el profesional contagiado en otro centro dependiente de la misma consejería, el de Atención para la Discapacidad de Cabueñes.

Aunque la consejera señaló ayer que «hemos detectado casos también en las residencias geriátricas privadas», lo cierto es que, hasta el momento, ninguna de las dos patronales, la Asociación de Centros Geriátricos (Ascege), que representa a 25 centros y 2.376 plazas (el 90% de la oferta concertada de la región) y la Asociación Asturiana de Residencias de Tercera Edad, Ayuda a Domicilio y Centros de Día (Aarte), que engloba a 45 centros y 1.952 plazas, ha constatado ningún positivo de COVID-19 entre sus residentes.

Sí constan en Grado, la residencia con más casos. A las cuatro personas fallecidas se suman 55 residentes enfermos y 13 profesionales. Un foco que se vincula al de la Fundación Masaveu, ya que un profesional que prestaba servicio en Grado también se relacionaba con el centro educativo donde se sucedieron una veintena de positivos y donde se registró la primera muerte por coronavirus en Asturias.

En volumen de casos le sigue Palacio del Villar, en Piedras Blancas, donde han muerto dos residentes, a la vez que están siendo tratados otros once y tres trabajadores. Una línea al alza que también afecta a la residencia ovetense Santa Teresa, donde ha sido habilitada una planta para las personas que han dado positivo. De un usuario enfermo que había ayer, ahora se ha pasado a dos y se suman tres profesionales.

También ha empeorado la situación en la residencia de El Cristo, en Oviedo, con tres usuarios enfermos. Se mantiene el número de casos en Moreda, con un residente contagiado; en la residencia Naranco, de la capital, con un profesional; igual que en la gijonesa Clara Ferrer. El Principado reforzó ayer la desinfección de los centros, con la actuación de la Unidad MIlitar del Ejército (UME) en Grado, Palacio del Villar y Santa Teresa.

Asturias sigue sin recibir los test de detección rápida del coronavirus. El presidente del Principado, Adrián Barbón, reconocía ayer en una entrevista radiofónica que la región sigue sin recibir los demandados test con los que la Consejería de Salud espera poder hacer frente con mayor eficacia a la propagación del virus en esta la región. En el Principado, ha destacado no obstante que, en Asturias ya se han hecho 5.800 pruebas, mientras que Galicia, con mayor población, ha hecho un total de unas 5.900.

Por su parte, los 78 ayuntamientos asturianos han hecho ya sus números. Durante todo el fin de semana, los consistorios han estado en contacto para unificar peticiones urgentes. Y ya saben que necesitan de forma perentoria equipos de protección contra el coronavirus para 3.210 profesionales de las policías locales y de los servicios sociosanitarios. Y van más allá, advierten a la administración regional y estatal que necesitan protección para los 5.800 usuarios del servicio municipal de ayuda a domicilio.

Buena prueba de ello fue lo ocurrido el viernes en Gijón donde, tal y como adelantó EL COMERCIO, 44 personas sin autonomía personal quedaron sin ayuda a domicilio al dar positivo en COVID-19 la profesional de la empresa Aralia que les atendía. La empresa decidió poner en cuarentena tanto a la profesional como a los usuarios del serviio que, salvo en tres casos, quedaron al cuidado de sus familias.

Según fuentes de la Federación Asturiana de Concejos (Facc), los ayuntamientos requieren Equipos ded Protección Individual (EPIs) para 1.960 auxiliares de ayuda a domiciio y para 1.250 agentes de la Policía Local.El informe fue trasladado hoy al Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) según lo acordado en el Comité Asesor del Plan de Actuaciones del PLATERPA ante la emergencia del coronavirus.

Por otro lado ayer se puso en marcha en Asturias el número de teléfono 900 100 285 para atender a personas mayores o crónicas que vivan solas. El número dispondrá de tres líneas de atención de lunes a viernes en horario de 9 a 21 horas y ofrecerá información y orientación a las personas usuarias en el ámbito de los servicios sociales, la entrega de alimentación, la dispensación de fármacos y de kits de higiene.