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El exministro socialista Enrique Múgica. P. AGUILAR / EFE
El virus se lleva a Enrique Múgica, histórico socialista

El virus se lleva a Enrique Múgica, histórico socialista

Hermano del asesinado Fernando Múgica, participante de Suresnes, dejó su escaño en 2000 para ejercer de Defensor del Pueblo hasta 2010

A. SURIO

SAN SEBASTIÁN.

Domingo, 12 de abril 2020, 03:32

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El exministro de Justicia socialista y exdefensor del Pueblo Enrique Múgica falleció ayer a los 88 años a consecuencia del coronavirus. El PSOE lamentó en «con enorme tristeza» la muerte de quien fuera «un gran defensor de la democracia, jurista y político, precursor y una de las personalidades más relevantes del socialismo».

Múgica era uno de los dirigentes históricos de la Transición en el País Vasco y estaba en los últimos años retirado de cualquier actividad pública. Había comenzado su trayectoria política como abogado y militante del Partido Comunista de España (PCE) durante el antifranquismo. Se afilió a esta formación en 1953, tres años antes de la política de 'reconciliación nacional' patrocinada por la dirección de los comunistas españoles.

Abogado, apasionado del Derecho y de la literatura, había nacido en San Sebastián el 20 de febrero de 1932. Su compromiso antifranquista le llevó a estar preso en la cárcel de Carabanchel. Volvió a ser detenido en 1959 y en 1962. Ese mismo año fue condenado por un consejo de guerra a seis años de cárcel. Cumplió 22 meses de condena. Fue durante su permanencia en prisión cuando dejó su militancia en el PCE, por discrepancias ideológicas, y se afilió al PSOE en donde siempre se alineó con la corriente más socialdemócrata y moderada.

Durante los años de la clandestinidad, Múgica tuvo una gran relación con otros socialistas como Nicolás Redondo Urbieta o Pablo Castellano que fueron claves en los contactos entre el PSOE del exilio y el del interior. Fue además uno de los dirigentes que participó en el Congreso de Suresnes que dio paso a la renovación del PSOE con la llegada de Felipe González a la Secretaría General frente al sector histórico encabezado por Rodolfo Llopis, con el que rompieron. En aquel año, 1974, fue elegido secretario de Coordinación de la Ejecutiva Federal y, como representante de los socialistas, participó en la Plataforma de Convergencia Democrática (1974-76) y en la Coordinadora Democrática, un órgano unitario de oposición al régimen franquista. Más adelante, en el el congreso federal de 1976 y en el extraordinario de septiembre de 1979 -con la renuncia al marxismo como polémico mar de fondo- fue elegido secretario de Relaciones Políticas de la Ejecutiva Federal del PSOE.

Dispersión de presos de ETA

Múgica fue elegido en las elecciones de 1977 diputado por Guipúzcoa, escaño que renovaría en los sucesivos comicios hasta el 2000. El 8 de julio de 1988 fue nombrado responsable de Justicia en el Gobierno de González hasta marzo de 1991. El entonces ministro fue uno de los artífices de la política de dispersión de los presos de ETA, estrategia que defendió con el objetivo de romper el monolitismo de la organización en las cárceles y propiciar la reinserción de los críticos con el mantenimiento de la violencia. Poco después, en 1996, sufrió un duro mazazo con el asesinato de su hermano Fernando, expresidente de los socialistas guipuzcoanos a manos de ETA. «Ni olvido ni perdono», señaló en su entierro.

En el año 2000, Múgica abandonó su militancia socialista y renunció a su escaño tras tomar posesión como Defensor del Pueblo, cargo en el que estuvo hasta su cese en 2010.

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