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La compañía Lufthansa ha perdido en primera instancia su demanda contra un pasajero que no completó el trayecto adquirido. reuters
Vuelos interruptus: el truco para volar más barato y enfadar a las aerolíneas

Vuelos interruptus: el truco para volar más barato y enfadar a las aerolíneas

El truco de la ciudad oculta, consistente en adquirir trayectos en oferta para abandonarlos en una escala que es en realidad el destino del cliente, solivianta a las aerolíneas

javier guillenea

Sábado, 23 de febrero 2019, 03:20

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La aerolínea alemana Lufthansa ha entablado una batalla judicial contra un pasajero al que le reclama 2.300 euros por haber utilizado un viejo truco para ahorrarse dinero en un viaje. Es uno de esos combates en los que se enfrenta David contra Goliath, solo que en este caso el gigante es el cliente, que ya ha ganado un asalto. Después de perder el pleito en primera instancia, la aerolínea ha presentado una apelación; quiere cortar de raíz una práctica que durante años ha sido común entre los viajeros más avispados pero que ahora amenaza con írsele de las manos a las compañías.

El truco se llama vuelo con ciudad oculta y consiste en comprar un billete con escalas pero terminar el viaje antes de llegar al destino final. Fue lo que hizo el pasajero demandado por Lufthansa. Aprovechó una promoción para hacerse por 657 euros con un pasaje de Seattle a Oslo en un vuelo que tenía que hacer una escala en Frankfort. Cuando llegó a esta capital, que era la que quería visitar en realidad, no prosiguió el trayecto. Para regresar a su ciudad de origen tomó un vuelo diferente y más barato. El ahorro que consiguió fue considerable. Un vuelo de ida y vuelta de Seattle a Frankfort le habría costado 2.769 euros.

Por supuesto, el sistema tiene sus pequeños inconvenientes. Solo se puede viajar con equipaje de mano porque si se factura una maleta la llevan al destino final, y también se corre el riesgo de que el vuelo se desvíe por motivos meteorológicos y no haga escala en el lugar previsto. Además, si el viaje es de ida y vuelta, el hecho de no subir al segundo avión puede traer consigo la cancelación del billete de retorno, por lo que es conveniente buscar un pasaje barato o con ciudad oculta para regresar.

Esta práctica es habitual y se lleva a cabo desde hace años con el conocimiento de las aerolíneas. Al fin y al cabo, aunque algunos pasajeros se apeen en mitad de camino sin previo aviso, por lo menos ocupan plazas y pagan el trayecto completo. Las compañías ni siquiera se inmutaron cuando detectaron un aumento de viajeros con ciudades ocultas entre ceja y ceja, pero lo que les puso de los nervios fue la aparición en internet de webs de búsqueda de vuelos y reservas de plazas que ayudan a encontrar los trayectos más económicos utilizando el truco de la ciudad oculta. Fue entonces cuando entraron en acción y pusieron a trabajar a sus abogados.

El principal detonante del desasosiego de las aerolíneas fue 'Skiplagged', una web fundada en 2014 por Aktarer Zaman, un joven neoyorquino de 22 años al que se le ocurrió la idea de facilitar la tarea de convertir las escalas en los aeropuertos en una forma de ahorro. La plataforma online atrajo en poco tiempo a más de 200.000 usuarios deseosos de introducirse por las pequeñas grietas de compañías que ofrecen descuentos en vuelos con escalas, sobre todo si son transatlánticos. Según la web de Zaman, el ahorro puede ser del 65%.

Tanta ganga exasperó a la empresa de viajes por internet Orbitz y a United Airlines, que demandaron al joven emprendedor por «interferir de forma intencional y maliciosa en los negocios de la industria» y causar «problemas logísticos y de seguridad». El caso fue desestimado en 2015 porque la denuncia se puso en Chicago y 'Skiplagged' tiene su sede en Nueva York, aunque la amenaza de un nuevo pleito se mantiene viva desde entonces. De momento, la web continúa abierta.

Frente judicial

El frente judicial contra los vuelos con ciudad oculta se ha reabierto con la demanda de Lufthansa a su ahorrador pasajero. La aerolínea alemana sostiene que su cliente violó los términos del contrato de compra del pasaje al apearse en la escala y le pide una suma económica que no cubre ni de lejos los honorarios de sus abogados. No es cuestión de dinero sino de lanzar a los viajeros el mensaje de que de ahora en adelante irán a por ellos si utilizan el truco.

No está muy claro que Lufthansa vaya a ganar. Según Álvaro Azcárraga, abogado especializado en transporte aéreo de la compañía de servicios legales online Reclamador.es, «el pasajero puede abandonar el viaje, por los motivos que sean, durante una escala sin alegar causa alguna». Frente al argumento de las compañías aéreas de que el vuelo con ciudad oculta es una práctica fraudulenta, Azcárraga recuerda que el viajero «ha cumplido con su obligación principal, que es el pago del precio del billete».

Además, prosigue el abogado, «los jueces considerarían que no hay ningún perjuicio para la compañía aérea, pues la normativa permite incluso vender más pasajes que plazas tiene el avión en previsión de casos en los que los pasajeros no realizan el viaje completo». Por si fuera poco, el letrado de Reclamador.es sostiene que el hecho de no tomar alguno de los vuelos de las escalas «no legitima al transportista a anular otros trayectos».Si se da esta circunstancia, añade, el viajero «tiene derecho a reclamar una indemnización económica».

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