Brindis amargo para la Mareona
No falla. La afición del Sporting, representada por un millar de seguidores en El Sardinero, deja la Copa con pena por la derrota
Decía Rubén Albés en la previa que con este escudo quería ganar todos los partidos. No es extraño. El Sporting acude a todos los envites con la responsabilidad de estar, al menos, a la altura, de una afición que no sabe de partidos entre semana ni de horarios incómodos. Todo por los colores.
Un millar de seguidores viajaron desde Asturias para alentar al equipo de Albés, convencidos del triunfo en una competición que parece haberse convertido en un incordio para algunos aspirantes que tienen empresas mayores. Los anfitriones, encaramados en los alto de la tabla, no ocultaban que la cabeza está en otro sitio pero cuando llegó el desenlace se lanzó a por la victoria sin frenos.
En los instantes previos al choque hubo encuentro de los representantes de la 'Mareona' en la plaza del Cañadio, cita ineludible cuando toca desplazamiento a Santander. Ejemplar entendimiento entre los miembros de ambas aficiones que compartieron cerveza y un deseo: reencontrarse el próximo año en Primera División.
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