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J. A. G.
GIJÓN.
Jueves, 14 de noviembre 2019, 01:33
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El consejo de administración del Sporting ha decidido finalmente no acudir al palco del Carlos Tartiere en el derbi del próximo domingo. El deterioro en las relaciones con el Oviedo y en concreto con su junta directiva han sido el desencadenante de una decisión, agravada por la falta de acuerdo sobre el dispositivo de seguridad que se utilizará el domingo y que no ha gustado a la afición rojiblanca.
«Si no están nuestros aficionados no tiene mucho sentido que estemos», avisó Javier Martínez en su comparecencia posterior a la reunión de la junta de seguridad. En sus manifestaciones, el vicepresidente del Sporting negó que hubiera «cordialidad» entre los clubes, tal y como afirmó el portavoz del consejo azul, Fernando Corral. Piden desde la entidad rojiblanca «disculpas públicas» del presidente del Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, después de que la entidad afirmara que rompía relaciones con el Sporting tras el último derbi, el pasado mes de marzo, disputado en El Molinón y saldado con victoria gijonesa. Desde entonces ha habido encuentros entre las directivas (la última fue coincidiendo con la entrega de los premios Quini) y conversaciones privadas entre los presidentes pero no explicaciones públicas y esa es la condición que exige la directiva del Sporting para volver a tender puentes.
No ha gustado en el seno rojiblanco la actitud del Oviedo en los últimos meses. Molestó que se acusara al Sporting y al dispositivo de seguridad de un supuesto maltrato a la afición azul desplazada a El Molinón. Esa es, al menos, la interpretación que se hizo de las declaraciones posteriores que hizo Fernando Corral en las que habló de «interrumpir» las releaciones con el club gijonés. A pesar de las llamadas al entendimiento, las aguas no han vuelto a su cauce. El desarrollo de la junta de seguridad, en la que el Oviedo y sus aficionados pidieron que no se accediera a dejar libertad a los seguidores del Sporting que iban a desplazarse a la capital para ver el partido en directo, no ha hecho más que ahondar en una herida que parece lejos de cerrarse.
El consejo, después de analizar los pros y contras de la decisión, ha decidido declinar la invitación del protocolo para acudir al palco y respaldar así a la afición que se siente damnificada después de que no se atendiera su petición para realizar el desplazamiento al Tartiere sin la escolta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
El Sporting, salvo aficionados que acudan de forma puntual, ya sea a través la compra de entradas o con invitaciones, estará solo en el estadio ovetense. No obstante, el club ha previsto una gran despedida en la víspera. Así, el último entrenamiento de la semana, se celebrará finalmente en El Molinón a partir de las diez y media de la mañana y será abierto al público. En este caso, la convocatoria no es baladí. La intención del club es que acuda un número importante de aficionados para dar calor al equipo -en una difícil situación clasificatoria después de las últimas dos derrotas- y arroparlo ante un partido especial, ante un duelo de rivalidad regional en el que siempre hay 'algo más' de tres puntos en juego.
A través de las redes sociales, los aficionados se han unido al llamamiento para que haya un importante número de sportinguistas en las gradas de El Molinón y dar el último empujón a los rojiblancos.
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