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Nadie en el vestuario tiene tantos partidos con el Sporting como Djuka: 231. Y pocos jugadores han tenido que lidiar con tantas adversidades y vaivenes en estos seis años frenéticos desde su llegada. Pero el capitán rojiblanco, que siempre ha manifestado que su sueño es jugar en Primera con el Sporting, al fin está en disposición de disputar esta noche su primera eliminatoria de 'play off' por el ascenso. «Estoy preparado para el partido», confirma el atacante a EL COMERCIO en la víspera de un duelo a cara de perro en Cornellá (21 horas). Hace unos días, el club consensuó con él no forzar para la ida contra el Espanyol ante el riesgo de sufrir una lesión. El objetivo, estar al máximo hoy: «Me siento muy bien y puedo ayudar al equipo en todo lo posible».
A sus 30 años, con su cara de concentración de siempre, reconoce que «este es uno de los partidos más importantes de mi carrera hasta ahora». Lo dice convencido y con la creencia de que se puede dar la vuelta a una eliminatoria durísima, encarrilada por el Espanyol con el gol de Puado en la ida y la mejor clasificación de los 'pericos' en la fase regular. Pero quedan noventa minutos imprevisibles. Un mundo. Un tanto metería al Sporting de lleno en la eliminatoria, forzando la prórroga. Con todo, el equipo necesitaría de un 2-0 como boceto ideal para pasar de ronda. Ya sea en los primeros noventa minutos o, si marca durante ese tiempo, en los tres minutos extra.
El equipo, no obstante, va a competir todo el tiempo sobre el filo de la navaja. Tiene que competir a tumba abierta, pero mirando todo el rato al retrovisor. «La clave para la eliminatoria es cómo entrará el equipo en juego. Es importante ser agresivos desde el principio en cada parte del campo, estar comprometidos al máximo y tener la voluntad de estar al más alto nivel todo el tiempo», opina Djuka.
El '23' es una de las grandes dudas que planean en la cabeza de Ramírez para fijar la poderosa sociedad Calero-Cabrera. También está en el aire la duda, de nuevo, entre Gaspar y Villalba. Y si Róber Pier seguirá como pivote defensivo, al lado de Roque Mesa, en una noche en la que el Sporting tiene que atacar y ser certero. Pero el plan pasa por dosificar la necesidad. El partido será largo. Y está esa variable de que un gol, en cualquier momento, abriría la puerta a una prórroga. «El Sporting debe tener paciencia y esperar su oportunidad», observa Djuka. «Debemos demostrar al Espanyol que no nos hemos rendido y que a cada duelo llegamos fuertes para mostrar nuestras ganas de ganar», subraya.
En Cornellá aparcará esta noche el autocar del equipo en un ambiente monumental. Un millar de sportinguistas tratarán de equilibrar una atmósfera aparentemente hostil, aunque existe un gran distanciamiento con la propiedad 'perica' y el diseño de la temporada, después de que el Espanyol colgará el cartel de 'todo el papel vendido'. Djuka, cómodo con ambientes de presión, se encoge de hombros. «Un estadio lleno siempre motiva», considera desde su punto de vista. «La situación será diferente a la del domingo, porque habrá más afición de Espanyol en la grada, pero no me importa. Estaré motivado», avisa el atacante balcánico, que, quién sabe, podría disputar esta noche su último partido con el Sporting si no se obra la remontada y se mantiene la idea de buscar un cambio de aires.
Pero Djuka no quiere ni pensar en eso: «Tengo contrato por tres años más y me gustaría seguir en el Sporting. Mi familia y yo estamos muy a gusto aquí, encantados, pero veremos qué planes tiene la gente del club». Solo tiene ojos para el encuentro de esta noche, del que depende buena parte de sus opciones de futuro y la de muchos compañeros. Incluso condiciona al propio Ramírez, el entrenador, quien reunió a 24 futbolistas en la convocatoria, con las únicas bajas de Queipo y Gio Zarfino. Para Djuka, que nunca ha estado tan cerca de Primera, salvo en la venta frustrada al Rayo, y que ha peleado en los dos últimos años por no descender, la oportunidad es oro puro. «En los últimos seis años, hemos estado cerca de llegar al 'play off' varias veces, pero ahora ha llegado esta oportunidad y debemos hacer todo lo posible para aprovecharla», insiste el jugador, que llegó a Gijón en 2018, que ha marcado 66 goles desde entonces y que puede estar ante su gran última oportunidad en Gijón.
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