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Miguel Torrecilla, Manolo Sánchez Murias y José María Meana Acebal, en el patio de butacas. ARNALDO GARCÍA

«Las cuentas son formidables, pero lo deportivo fue decepcionante»

El club inicia una nueva página, con el mayor superávit de su historia, 9 millones, pero críticas al proyecto

JAVIER BARRIO

GIJÓN.

Miércoles, 19 de diciembre 2018, 03:21

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«La bondad económica no la hemos conseguido trasladar aún al campo, pero no duden que lo conseguiremos». Javier Fernández, presidente del Sporting y representante del paquete accionarial mayoritario de la sociedad, subió ayer el volumen de su gestión durante una junta de accionistas bastante tranquila, salvo por algún momento de tensión aislado en las intervenciones, con poca presencia en el patio de butacas del Palacio de Congresos de la Feria. En ella reflexionó sobre la gestión de los últimos cuatro años y desveló, en una intervención con varios anuncios, que el nuevo 'espacio Quini' se sufragará con el dinero obtenido por la venta de la nueva camiseta.

Fue uno de los mensajes más sonoros. El otro llegó, tras las críticas hacia el proyecto deportivo, los fichajes y lo que algunos accionistas entendieron como una escasa apuesta por Mareo, en una propuesta lanzada a Miguel Torrecilla y Manolo Sánchez Murias, los máximos responsables de la parcela deportiva, especialmente el técnico salmantino. «El que entra en el Sporting sabe que Mareo es la base. Lo llevamos a cabo, pero nosotros (el consejo) no podemos hacer las alineaciones. En la plantilla actual está José Alberto. Han subido este año seis jugadores, más dos que están en dinámica del primer equipo. Emplazo a Miguel (Torrecilla) y Manolo (Sánchez) a que plasmen toda esta filosofía en un libro blanco de lo que es el club. Que todo el mundo vea que creemos en Mareo», planteó, con el salmantino, que recibió algunas críticas de algunos de los intervinientes, en la sala. Sobre su hipotética salida del club, aclaró, será «cuando llegue el momento; queremos dejar al club en una buena situación. Nadie nos puede forzar a salir y el Sporting tiene mejoría».

«Cuando llegamos hace seis años desconocíamos muchas de las cosas que nos hemos encontrado. Pedí perdón y pueden suponer lo difícil que esto es para mí por mi condición», se arrancó Javier Fernández, matizando que «nunca hemos dicho que seamos los salvadores del club». No obstante, a lo largo de su larga introducción, también quiso poner en valor la gestión actual, que ha contribuido a esa buena salud financiera actual tras años muy oscuros. Esta fue bendecida, incluso, por algún accionista que en el pasado se mostró crítico. «Una vez conseguido el objetivo, nos centramos ahora en conseguir las mejores plantillas deportivas y a mejorar el patrimonio», prometió. «La cuentas transmiten estabilidad en Primera y pase lo que pase, los años que sea, en Segunda», concluyó.

Por delante hubo una extensa junta de algo más de cuatro horas y media, rica en anuncios, con el punto estrella situado en la intervención del presidente, quien mostró un gran énfasis, especialmente meticuloso en los detalles y en explicar los pormenores del pasado ejercicio, que arrojó un superávit de 9 millones de euros, destinado a pagar deuda antigua. Quiso aclarar que los 650.000 euros contabilizados en el apartado de pérdidas, dentro de un presupuesto conservador, terminarán formando parte de un margen positivo, entre otras cosas por el litigio con el cuerpo técnico de Abelardo, pendiente del fallo del Supremo, con 1,5 millones de euros retenidos en el juzgado, que ha dado la razón al club hace unos días en el juicio con Isidro Fernández.

También se refirió a una partida de 974.000 euros registrados en gastos de la temporada anterior, contabilizados en reservas. Lo dirigió a un gasto antiguo, sin regularizar desde hace años, de ropa deportiva y otras cuestiones. «Hemos querido regularizar esta situación e implementar nuevos criterios de cuentas para ser más exactos», explicó, contrario a la gestión anterior. Más tarde anticipó que la sentencia por el 'caso Botía', fijada en unos 1,25 millones de euros, más 250.000 euros adicionales de costas e intereses, comenzará a pagarse este año. Además, recordó en varias ocasiones que por primera vez en veinte años los fondos propios de la sociedad serán positivos, con la reducción del fondo de maniobra a 7,5 millones de euros negativos.

Como marca la tradición, la junta, en la que se aprobaron todos los puntos del orden del día por unanimidad -en el segundo renovó el consejo por seis años-, se inició con un minuto de silencio por los sportinguistas fallecidos, además de un recuerdo para Quini. Relacionado con 'El Brujo' fue uno de los anuncios que hizo el dirigente, quien volvió a protagonizar una larga introducción, con muchos matices numéricos y una revisión a sus cuatro años de gestión, extendiéndose hasta la hora y media. Marcó en todo momento, eso sí, la parcela deportiva y el regreso a Primera como el nuevo gran caballo de batalla. La mayor crítica de las intervenciones fueron precisamente a eso.

Durante ese tiempo, el presidente confirmó la noticia de ayer de EL COMERCIO, desvelando que el espacio que comenzará a habilitarse en El Molinón para albergar el legado de Quini será sufragado con la recaudación obtenida por la venta de la nueva camiseta, lo que, indicó, permitirá mejorar el presupuesto inicial para dar un mayor «realce» a la obra. Esto lo ligó con la obra realizada en la puerta número 1, dedicada a Jesús Castro, junto a las becas que llevan su nombre, o el partido que la selección disputará en septiembre en homenaje a 'El Brujo'. A partir de ahí abrió en canal el club, lo económico y deportivo, meticuloso, recordando sus palabras de la última junta en la que daba carpetazo a la época más convulsa del club en materia económica. Las cuentas del pasado curso, dijo, son «formidables», pero asumió «lo decepcionante de lo deportivo».

En el turno de intervenciones, Víctor Díaz o Diego del Valle (pidió un nuevo consejero designado por la afición), entre otros, criticarían la falta de proyecto y el desarraigo, a su modo de ver, del Sporting. «No terminamos de optar por gente de Mareo», subrayó Jorge Guerrero, de la Federación de Peñas, aunque aplaudió la gestión. Fernández sí defendió la mirada en a la cantera y fijó una comparativa entre los fichajes del Sporting y del resto de clubes. Aseguró, en ese sentido, que en una hipotética relación de los fichajes que se hicieron el curso pasado en Primera y Segunda, el Sporting estaría situado el 30 de 42.

En su turno, Fernando Losada, que le acompañó en la mesa junto a Ramón de Santiago, Javier Martínez y el notario Francisco Nogales, desveló que un porcentaje de la taquilla del partido de Copa frente al Valencia será donada a las organizaciones Asempa y la Cocina Económica, además de que la entrada para los júnior será gratuita. Y, en lo relativo a las redes sociales, explicó el porqué del bloqueo de 22 perfiles este año, mostrando alguna captura con graves insultos. «En Argentina hace años que estarían muertos, cosa que espero y deseo que pronto pase», se leía en uno.

Procedimiento a Pastón

Habló de más temas Javier Fernández, reconociendo que Javier Tebas le dijo hace unos días que se había equivocado al señalar que hubo incidentes entre aficionados del Sporting y Oviedo el año pasado. Y siguió: el Pabellón de Mareo se hará en Primera, pero no en Segunda; a Baraja se le pagará el contrato que le resta hasta junio; defendió la apuesta por Torrecilla; y confirmó que el Sporting tiene 331 trabajadores. Más allá, Ramón de Santiago explicó que el Principado ha abierto un «procedimiento sancionador» a Pastón, el patrocinador principal, aunque anticipó que esta firma actúa en el marco del juego «no presencial» y que, por lo tanto, se regula a nivel nacional, considerando que se archivará. Y concluyó sobre la subida de José Alberto que «igual el año pasado le faltaba un punto de preparación, pero este año ya no nos planteó ninguna duda».

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