La lesión de Loum agita las oficinas del Sporting de Gijón
El mediocentro estará varios meses de baja y obliga a la dirección deportiva a tomar decisiones: fichar un agente libre, esperar a enero o tirar de cantera
Borja Jiménez intuía al final del partido de Copa del Rey contra el Caudal que la lesión de Mamadou Loum era importante. La «peor noticia» que dejó la victoria en el Hermanos Antuña fue la dolencia en el talón de Aquiles del futbolista senegalés, muy «afectado» tras darse cuenta en el calentamiento de que, en una acción fortuita, se había hecho daño en una zona muy sensible del cuerpo de un futbolista. Las pruebas posteriors confirmaron una rotura y ayer fue sometido a una intervención quirúrgica.
Los plazos de recuperación en una lesión de este tipo son muy variables. No obstante, nadie va a librar al mediocentro de pasar varios meses en el dique seco. Su evolución determinará cuántos. La baja obliga a activar el trabajo en las oficinas de Mareo. El Sporting tiene en estos momentos a dos de sus cinco mediocentros imposibilitados para la competición. A la lesión de Loum se suma la de Jesús Bernal, que cuenta ya con el alta médica, pero que aún no cuenta con la deportiva, después de que el pasado 21 de diciembre se rompiese el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. El propio entrenador del conjunto rojiblanco apuntó que el futbolista se encuentra en la última fase de recuperación y que pronto estará disponible para entrar en convocatoria.
Con una plantilla que cuenta con 21 fichas profesionales de jugadores de campo y dos porteros, el trabajo en las oficinas de Mareo se va a intensificar para analizar los pasos a dar. La opción más inmediata pasaría por acudir al mercado de agentes libres, futbolistas que en la actualidad están desligados de cualquier club. La entidad cuenta con fichas libres y podría haberlo hecho incluso sin la lesión de Loum. El problema que presenta este tipo de operaciones es que los futbolistas suelen llegar a los equipos faltos de ritmo, después de pasar meses entrenando por su cuenta y sin competir. El perfil de sustitución sería además muy específico: un pivote con buenas cualidades defensivas.
El Sporting ya se abasteció en el mercado de agentes libres en la etapa de Orlegi al frente del club. El noviembre de 2022 llegó Bruno González, avalado por Abelardo Fernández, para ocupar la plaza que dejó Axel Bamba. Tras un inicio con poca participación, el central acabó haciéndose con la titularidad en el tramo final de la tempora. A pesar de ello, el Sporting optó por no renovarle.
La otra opción de adquisición, en la que el abanico de posibilidades es mucho más amplio, pasa por esperar al mercado de enero, cuando el club puede contratar a profesionales que ahora mismo juegan para otras entidades. Siendo una ventana de adquisiciones en la que sigue siendo muy difícil acertar, las perspectivas a priori son mejores, al tratarse de futbolistas que están en dinámica de grupo. La diferencia temporal se traduce además en ocho partidos de Liga y los que puedan llegar de Copa del Rey.
Otra variable con la que puede jugar el Sporting es la de mirar hacia abajo y tirar de algún joven de la cantera. El pasado miércoles saltó al Hermanos Antuña en el once titular Manu Rodríguez, joven gallego que llegó en el verano de 2024 a Gijón para integrarse en el Sporting Atlético procedente del Celta. El mediocentro hizo un buen partido, al igual que el juvenil Nico Riestra. Ambos entrenaron ayer, de hecho, con la primera plantilla. Otros nombres del filial podrían ayudar a suplir la carencia de Loum.
Al mediocentro senegalés no le ha acompañado la suerte desde su llegada a Gijón. Integrado en el Sporting desde la primera mitad de agosto, su participación se redujo a cinco partidos, solo uno como titular, el disputado contra el Castellón. Problemas musculares le dejaron además fuera de varias convocatorias. Ahora afronta el reto de superar una grave dolencia.