Marsà, indiscutible desde el primer día

Indiscutible. Desde que llegara en el pasado mercado de invierno, el central José Marsà se ha convertido en un fijo para Miguel Ángel Ramírez.

El defensa ha sido titular en los cuatro partidos que ha disputado el Sporting desde su llegada. Solo se ha perdido cinco minutos de juego, en el duelo contra el Huesca y en un momento en el que los rojiblancos buscaban el segundo gol que les diera la victoria. El central es el único fichaje invernal que está jugando y ha sido incluso capaz de desbancar de la titularidad a Cali Izquierdoz, hasta ahora un fijo tanto para Abelardo como para Ramírez.

El central, zurdo y con buena salida de balón, es un jugador con una enorme proyeción a ojos del técnico del Sporting y también para la secretaría técnica, pero su continuidad en Gijón es complicada a día de hoy. Paradojicamente, el trampolín que puede significar para el barcelonés el escaparate rojiblanco puede cerrarle las puertas de Mareo. Su cotización en el mercado se ha disparado en tan solo un mes. Su contrato con el Sporting de Lisboa finaliza en junio de 2024 y su cláusula de rescisión está fijada en 45 millones de euros. Precisamente, y según ha podido saber EL COMERCIO, el Sporting de Lisboa y el Sporting no incluyeron finalmente en la negociación para la cesión del central una opción de compra porque esta sería prohibitiva e inaccesible, teniendo en cuenta lo elevado de su cláusula de rescisión.

El propio Marsà ha reconocido públicamente su intención de seguir en el Sporting, pero asume que será complicado. «Me siento muy a gusto, pero no depende de mí», indicó hace una semana escasa en sala de prensa. El catalán ha aterrizado en Mareo con buen pie y además coincide en gusto futbolístico con el entrenador rojiblanco. «Creo en la idea del míster y tenemos jugadores y cuerpo técnico para lograr lo que queremos», apostilló.

Hasta su desembarco en enero a Gijón, solo había disputado cuatro partidos desde que comenzara la temporada actual. En Portugal fue titular en sendas victorias ligueras del Sporting de Lisboa y también participó entrando desde el banquillo en el doble enfrentamiento ante el Olympique de Marsella en la Liga de Campeones. Marsà buscaba minutos y protagonismo y en Gijón lo está consiguiendo.

La primera vez que actuó para Ramírez lo hizo siendo el tercer central de una línea de cinco defensas. Insua e Izquierdoz completaron el eje de la zaga, que se repitió en dos ocasiones más. En el último encuentro disputado en El Molinón, Marsà acompañó a Insua como pareja de centrales en la que fue la vuelta a la línea de cuatro en defensa. Esta situación ante el Tenerife funcionó y el Sporting volvió a ganar, significó también la primera victoria del catalán como rojiblanco y supuso un desahogo para todos.

Marsà pasó de la cantera del Barcelona a jugar en Portugal hace solamente dos temporadas y si bien no estaba contando para el técnico Rúben Amorim está llamado a ser un activo del club lisboeta, donde se le tiene como un referente de futuro. Marsà participó siendo aún jugador de la cantera azulgrana en el mundial de Brasil sub 17 de 2019. Allí compartió vestuario con jugadores como Alejandro Francés, una de las perlas del Zaragoza, Yeremi Pino, Aleix Moriba o uno de los hombres de moda en el fútbol mundial, el barcelonista Pedri.

La aparición de José Marsà ha traído consigo también la caída en el ostracismo de otro jugador, como ocurre suele ocurrir en el fútbol. La entrada del catalán en las convocatorias de Ramírez ha dejado a Bruno González sin minutos. El canario, llegado en el mes de noviembre para intentar cubrir la baja del lesionado Axel Bamba, solo ha jugado dos encuentros en lo que llevamos de temporada, el último de ellos en la derrota de los rojiblancos en Santander por 2-0 el pasado mes de enero. Está por ver si Ramírez sigue confiando en una línea de cuatro defensas en sus próximos partidos. Izquierdoz está apercibido de sanción al acumular ya cuatro tarjetas e Insua no se pierde un partido desde el empate ante el Cartagena en El Molinón del pasado diciembre. El catalán, de aguantar su físico el paso de los encuentros, tiene muchas opciones de ser uno de los indiscutibles hasta final de año. La confianza en él es máxima.

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