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Los aficionados rojiblancos muestran su enfado con el juego de sus jugadores. J. C. TUERO
El Molinón pierde la paciencia

El Molinón pierde la paciencia

«En Gijón viví momentos que no se pueden olvidar», afirmó Gregory Arnolin, invitado por el club al palco en su regreso a El Molinón | La afición rojiblanca despidió con pitos a su equipo tras una tarde para el olvido

VÍCTOR M. ROBLEDO

GIJÓN.

Domingo, 13 de octubre 2019, 03:35

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Seguramente ninguno de los 17.560 espectadores que acudieron ayer a El Molinón habría imaginado una tarde así. El estadio rojiblanco vivió una de las jornadas más aciagas de su historia reciente, con la afición perdiendo definitivamente la paciencia con su equipo. Los pitos se recrudecieron con cada nuevo gol del Alcorcón durante la primera mitad. En la segunda, la resignación se mezcló con algo parecido a la indiferencia, hasta el punto de que por momentos se escuchaba hasta el golpeo del balón. Mala señal cuando solo se han disputado once jornadas de Liga.

Pocas cosas se pueden rescatar de una tarde así. Especialmente dura resultó para los miembros de la peña Conquense Manolo Preciado. El pasado fin de semana se desplazaron a Fuenlabrada desde Cuenca para ver al equipo, pero una vez allí no pudieron conseguir entradas para todos sus miembros y repartieron entre otros aficionados las cuatro que tenían. La de ayer fue su segunda visita a El Molinón desde su fundación. No eligieron el mejor día.

El runrún se instaló en las gradas desde el primer tanto del Alcorcón y no se silenció hasta que Iglesias Villanueva señaló el final del choque. En un partido que perdió toda su emoción mediada la primera parte, solo algunas jugadas aisladas encendieron los ánimos, generalmente para mal. Sucedió, por ejemplo, después de que Djurdjevic fallara un gol a poco más de un metro de la portería, con el meta del Alcorcón vencido. Diez minutos antes de que terminara el partido, muchos espectadores optaron por irse a sus casas.

Muy cerca de ellos se dejaron ver también antes del comienzo del encuentro los miembros de la plantilla que representa al Sporting en la Liga Genuine. Todos ellos aprovecharon para hacer una fotografía de grupo junto al estadio. El equipo empezó hace unos días sus entrenamientos antes de comenzar su segunda temporada. También estuvieron en la grada los jugadores del Getafe Jorge Molina y Portillo, de visita a Gijón por Molinero.

La única ovación se la llevó Gregory. El exrojiblanco regresó a El Molinón seis años después de su salida del club. Siguió el partido desde el palco y escuchó aplausos tras ser anunciada su presencia a través de la megafonía. «Ha sido un momento muy especial. Estuve en Gijón cuatro años y medio y viví momentos que no se pueden olvidar», admitió el francés. El club le obsequió en el antepalco con una camiseta con su nombre. Quedan pocos -y poco- de su época.

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