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Aunque la clasificación prometa distancia con el objetivo, el estado de ilusión quedó decretado este sábado, con la victoria y dos estrenos en El Molinón ... más que afortunados. La eficacia de los fichajes de Nico Serrano y Dotor, asistente uno y goleador el otro en el segundo tanto, han elevado la moral del sportinguismo, que recibió a ambos con una sonora ovación cuando entraron en el campo. Más ruidosa la del navarro, pero la reacción que disparó todos los decibelios fue la del gol del madrileño, que se señaló la camiseta y el césped. Un «yo estoy aquí» en toda regla. Los dos recibieron la bendición de la grada. «Nico es un gran fichaje y, viniendo del Athletic, a ver si podemos enganchar puntos de aquí al final y meternos en el 'play off' mínimo», aseguraba antes del partido Julio Fernández, abonado de Gijón que acudía a El Molinón en compañía de su hijo Pablo: «Me gusta mucho Nico como jugador, creo que le puede dar mucho al equipo».
La emoción con la llegada del navarro también era extensible al optimismo de lo que podía aportar Dotor, sobre el que no había dudas por su procedencia, llegado del Oviedo, sino cierre de filas con el jugador. «Viene de no jugar mucho, pero va a ayudar al equipo y nos hacía falta. ¿Dudas? Ninguna con Dotor. Esperamos que sea Dubasin 2.0», comentaba entre risas Jorge López, de Avilés. A Julio Fernández, con el ejemplo de 'El Pingüino', tampoco le planteaba dilemas Dotor por su pasado azul. «Da igual. Dubasin vino del Oviedo y mire qué rendimiento», subrayaba. Eso sí, todos coincidían en que ahora el Sporting debe iniciar la escalada: «Hay que intentar meternos en el 'play off' y subir sí o sí».
En el campo, justo antes de que el balón comenzase a volar, Joaquín se dejó ver, regresando a El Molinón, recuperado ya de la indisposición que sufrió a finales de noviembre. Antes del inicio del partido, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento, la semana pasada, del expresidente Juan Pérez Arango. Sus familiares estuvieron en el palco, acompañados por David Guerra y Joaquín. La muestra de respeto del sportinguismo se extendió también a Alejandro Rafael Irarragorri, padre del líder de Orlegi, también fallecido.
Por lo demás, el previo del partido pivotó sobre el día mundial de la lucha contra el cáncer. Los dos equipos salieron al césped con un brazalete verde para dar visibilidad a esta batalla, además de posar con una pancarta con el lema de la Asociación Española Contra el Cáncer, cuyos representantes en Asturias y Burgos estuvieron en el palco: «Este año, todos jugamos a favor de la esperanza». También hubo una carpa informativa en la puerta 15 y una actuación del coro de este colectivo, que interpretó algunos temas clásicos, entre ellos el 'Gijón del alma'. Al descanso, dos equipos, con pacientes de mieloma, participaron en una exhibición de Fútbol Andarín.
En la previa, además, se registró un hermanamiento entre la Federación de Peñas del Sporting, liderada por Emilio Llerandi, Juan Luengos y Coral Álvarez, con las peñas del Burgos. Una gran fiesta de aficionados, que se reunieron en Tierras Gallegas.
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