Nico Riestra, el niño con zapatos nuevos del Sporting: debuta hoy en la Copa del Rey
El extremo juvenil Nico Riestra, de 18 años, una de las grandes joyas de Mareo, se posiciona para debutar hoy en una convocatoria con el primer equipo
Aunque Borja Jiménez ha prolongado el suspense sobre el nombre de los canteranos que se subirán hoy al autocar del Sporting a Mieres, el del juvenil Nico Riestra (Gijón, 2007) es uno de los que está. El benjamín del grupo, de 18 años, todavía en edad juvenil, se entrenó ayer con el primer equipo como el niño, que todavía es, con zapatos nuevos. Extremo velocísimo, uno de los proyectos de la cantera más ilusionantes que hay hoy en Mareo, a donde llegó en edad benjamín procedente de La Asunción.
«Es fácil definir a Nico. Es un extremo diestro que puede jugar en ambas bandas y que es muy diferencial por su velocidad», pondera Isma Piñera, su entrenador el curso pasado en el División de Honor. Borja Jiménez le ha echado el ojo en estas primeras semanas de aterrizaje en Gijón. Ya le vio en el amistoso de juveniles contra la Real Sociedad y, sobre todo, en el derbi de la categoría frente al Oviedo, al que destrozó junto a Paul por las dos bandas hasta el 4-0 final.
De casta le viene al galgo. Su abuelo, Federico González Fuertes, fundador de la Sidrería Casa Fede, en Cimadevilla, perteneció a los filiales del Sporting y al equipo de aficionados. Se quedó cerca del primer equipo, con el que aspira a disputar unos minutos esta noche su nieto, que este verano fue renovado hasta 2028, si Jiménez lo convoca. Fue uno de los casos que lograron reconducir Emilio Gutiérrez y Felipe Vega-Arango a su llegada a Mareo, encontrándose con algunas heridas abiertas de la etapa de Óscar Garro, manifestándose con las salidas de Lucas Martín y Pablo Villanueva al Girona.
Isma Piñera: «Es difícil ver a un jugador tan veloz en carrera. Hay pocos extremos así, pero tiene que explotar esa virtud»
La pretemporada
No fue el caso de Nico Riestra, que apostó por seguir e hizo la pretemporada con el Sporting C, detectando la confianza de los nuevos dirigentes de la base y del club. «Es un chico muy tranquilo a nivel personal, a veces, demasiado», comentan con humor los que le conocen. «¿Qué techo se le intuye?». «Eso va a depender de él», replica Isma Piñera. «Condiciones las tiene, pero siempre le decía que tiene que ser consciente de lo rápido que es. Como eche a correr, no lo para nadie, es muy difícil ver a un jugador tan veloz en carrera. Hay pocos extremos así, pero tiene que darse cuenta y explotar esa virtud», completa el entrenador gijonés.
En su primer día con el primer equipo, a la espera de ver qué emociones le depara la jornada de hoy, los futbolistas le recibieron con el clásico pasillo. Luego, cuando el balón comenzó a rodar sobre el céped, fue uno más. Algo encogido al principio, pero más aposentado con el paso de los minutos, ilusionado ante su oportunidad –si Borja confirma su entrada en la lista– y con hambre por crecer. «Su margen de mejora está en la finalización de las acciones; ahí es donde tiene que poner el énfasis, en finalizar esas acciones y en asistir», sentencia Isma.