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Luis Enrique, con Quini, en el partido del centenario de 2005. BILBAO
Luis Enrique apadrina la primera gala de los premios Quini sin el legendario ariete

Luis Enrique apadrina la primera gala de los premios Quini sin el legendario ariete

Los diecisiete atacantes asturianos más certeros en todas las categorías recogen el premio a su puntería en el trofeo que rinde tributo a 'El Brujo'

IVÁN ÁLVAREZ

GIJÓN.

Jueves, 20 de diciembre 2018, 15:41

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Todos le añorarán en el gran día del gol en el fútbol asturiano. Unos porque disfrutaron de su carácter jocoso por las entrañas de Mareo o en el estadio que ahora lleva su nombre. Otros por ese gesto cómplice con la sonrisa impregnada en ese apretón de manos que acompañaba a cada Trofeo Quini que entregaba y quienes no le conocieron por esa leyenda que acompaña a su figura.

En cada gala como la que hoy (20.30 horas) cumplirá su undécima edición, 'El Brujo' instruía a sus aprendices recordando el valor del fútbol como el mejor escaparate para entablar amistades. Vínculos tan estrechos como el forjado entre el histórico ariete y Luis Enrique, padrino en el BAL Hotel de los galardones otorgados por la Federación de Peñas Sportinguistas y EL COMERCIO.

El seleccionador español, imantado también con la portería adversaria durante su laureada trayectoria, recompensará a los diecisiete artilleros asturianos más prolíficos desde la élite del fútbol nacional hasta primera regional, pasando por las categorías del fútbol formativo. Se preservará de esa forma uno de los legados de Quini, capaz de rematar un balón a la red con la misma destreza con la que lograba hacer recordar a los aficionados de los dos grandes rivales en el Principado que son hijos de la misma tierra.

Durante años, comprobó esa vocación de concordia al entablar con 'El Brujo' una relación de camaradería Diego Cervero. Sus 23 dianas la pasada campaña le convierten en el más veterano de los premiados en una renovada pléyade de goleadores que tendrá como protagonistas más jóvenes a Rodrigo de la Llana y Borja González, dos atacantes que crecen en la cantera del Real Oviedo al igual que lo hizo antaño el batallador delantero ovetense e Iván Conceiçao, uno de los que mejor encarna la naturaleza del galardón.

Depredador voraz, el joven de El Berrón lideró la tabla de anotadores en edad alevín, infantil, cadete y en la máxima categoría juvenil. Mientras se recupera de una grave lesión de rodilla que le ha obligado a despedir de forma prematura la temporada de su estreno en Tercera con el Condal, en el que ya había dejado muestras de su pegada, recogerá hoy su quinto Trofeo Quini al revalidar el de la temporada 2016-2017 como también lo harán Isina y Lucía García. Antiguas compañeras de vestuario en el Díaz Vega, ambas afianzan la progresión de sus carreras. Con 22 muescas en su culata, la delantera del Real Oviedo Femenino volvió a impulsar a su equipo a la consecución del título liguero y la del Athletic ya ha mejorado en este inicio de curso los guarismos del pasado, poniendo el broche a un 2018 en el que se proclamó subcampeona del Mundial sub 20 y se ha estrenado con la Selección Española absoluta.

Una dimensión internacional que ha recuperado Adrián con su regreso al Oporto, con el que disfruta de la Champions. Ese trocito de la élite continental y el fútbol más humilde de quienes compaginan su ocupación laboral para perforar redes se funden en el Trofeo Quini 2018, reconocimiento a extraordinarios rendimientos individuales desacompasados con los resultados colectivos como les ocurrió a Chini, Iván y Alberto Pol.

Esa doble celebración de alirón y rey del gol la lograron aunar Álvaro Bode y Diego Boza, con un final de temporada redondo como el que vivieron Cris Montes y Pibe al erigirse como brazos ejecutores del Langreo y el Madalena Morcín en sus respectivos ascensos. Una meta que persiguieron sin recompensa final Saúl Berjón y Jony a pesar de conjugar su facilidad para la asistencia con el olfato goleador. Altruismo y precisión, dos rasgos que distinguía a Quini, eterno también en el reconocimiento.

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