El Sporting necesitará aplicar un plan de ajuste

La Liga desveló ayer los topes salariales de los clubes de Primera y Segunda División, confirmando los problemas económicos que arrastra el Sporting desde que se desató la pandemia. Como se esperaba, el club vio caer en picado el techo de gasto que tenía asignado para su proyecto deportivo. Bajó hasta los 5,7 millones de euros (por primera vez le superaría el Oviedo, con 9, por las inyecciones del Grupo Carso), casi el 50% menos que el curso pasado a estas alturas, cuando contaba con 11,3. La reducción, que le sitúa en el undécimo puesto, acentúa el daño especial que el coronavirus ha provocado en algunos clubes que, con unas previsiones diseñadas para un contexto diferente, se han dado de bruces con otra realidad.

Este listado, que lideran el Espanyol (45,3) y el Almería (27,5), con el Girona (4,25) y Málaga (3,67) últimos, está pendiente de ser actualizado en próximas comunicaciones, con valoraciones más exactas que las que la Liga detalló en la mañana de ayer. De hecho, la masa salarial real del Sporting estaría en principio por encima de esos 5,7 millones de euros, sobrepasados por el peso económico de una plantilla más cara, como les sucede a otros clubes. La patronal, sin embargo, ha concedido cierta flexibilidad esta temporada, que considera de transición y reajuste. Hasta el verano que viene, cuando empezaría ya a penalizar.

En todo caso, el club tiene un problema muy grande con el que lleva lidiando desde que la crisis de la covid llegase al fútbol. Una situación sobrevenida y que le ha pillado a contrapié. Partía entonces con una plantilla amarrada por contrato casi por completo y una masa salarial muy disparada para este paisaje, con pagos aún pendientes al City por Manu García, y obligado además a encajar sobre la marcha un cambio forzado de patrocinador.

Con la caída de la publicidad, pérdida de ingresos por el cierre de las tiendas y los museos, con El Molinón cerrado, el Sporting ha ido tomando medidas para rebajar un desfase muy importante: menos once millones de euros. Comenzó con aquella rebaja salarial que firmaron el consejo, Torrecilla y la plantilla, que se lleva casi el 60% del presupuesto junto a los gastos de Mareo, para acabar el curso. Y continuó con el reajuste en algunos de sus departamentos y de las rutinas del primer equipo. En el verano también logró la rescisión de Unai Medina, Cordero, Cerro, Hernán y Traver, y acordó con Javi Fuego y Carmona el aplazamiento del pago de sus fichas, de las más altas. Los gastos se han reducido en unos tres millones de euros.

Con todo, al Sporting le faltarían unos cinco millones para equilibrar, teniendo varias alternativas planteadas sobre la mesa. Una sería la búsqueda de financiación a través de la solicitud de un crédito a devolver en unos años para salvar este ejercicio, el siguiente y retomar la normalidad. Otra, una nueva reducción salarial de la plantilla. Y una tercera vía, el traspaso de algún futbolista. El Sporting cerró la puerta a esta última opción en el verano pasado, entendiendo que el mercado iba a ir a la baja y priorizando mantener una plantilla competitiva. Pero es una posibilidad que sigue sobre la mesa, especialmente si llegase una oferta satisfactoria, aunque el club sabe que esta sería una medida impopular y más con el inicio de temporada del equipo.

«Es imposible quitarse todos los contratos de golpe. Hay clubes que están abocados inexorablemente a la venta de jugadores o reducción de la masa salarial», insistió ayer Javier Tebas durante una de sus intervenciones en la presentación de los límites salariales de los clubes de Primera y Segunda. Hace unos días, el presidente de la Liga situó al Sporting en el grupo de los equipos que estaban en una situación más apurada, razonando que, en este contexto, los grandes de cada categoría han sido los más castigados en esta crisis por su mayor estructura y por cómo tienen diseñados sus presupuestos.

Principalmente porque no muestran tanta dependencia del dinero que se ingresa por los derechos televisivos debido a que, al mismo tiempo, tradicionalmente disponen de otras partidas de ingresos importantes: abonados (el Sporting contabilizó el año pasado 4,4 millones de euros), venta de entradas, de las tiendas o de otras ofertas de la entidad. Los clubes sin tanta estructura, por el contrario, basan el músculo de sus presupuestos en los ingresos de la televisión, que se han mantenido, aguantando mejor la sacudida de la covid. Así se explica que el Sporting haya superado por muy poco a equipos como el Fuenlabrada (5,6), con muchos menos gastos que cubrir.

Por otra parte, Tebas fue preguntado ayer por si tenía una mejor sintonía con el Sporting que con el Oviedo. «No es así. La relación con todos los clubes es la misma. No hay más. Si uno tira años atrás, cuando había otros en el Sporting, se decía lo contrario... En absoluto. No tengo diferencias con nadie», subrayó. «Porque tenga una mejor relación con Javier Fernández, que no la tengo, voy a tener peor trato con el Oviedo», ironizó.