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Rubén Yáñez, durante un entrenamiento reciente en Mareo, calentando con el finlandés Elmo. Arnaldo García
El Sporting de Gijón combate la crisis desde atrás

El Sporting de Gijón combate la crisis desde atrás

Rubén Yáñez suma 270 minutos imbatido ante la llegada del Almería, máximo goleador de Segunda, en un momento de dudas en el juego

Javier Barrio

Gijón

Martes, 18 de febrero 2025, 01:00

En un momento creciente de dudas, con el Sporting aumentando coraza en Valencia y perdiendo el vértigo ofensivo que manifestaba el equipo de Rubén Albés en la primera vuelta en los dos últimos partidos, el punto pescado ante el Levante da carrete a una pequeña fase de suma que no acaba de prender del todo. Un gota a gota, con una victoria y dos empates en las tres últimas jornadas, insuficiente por el momento para fantasear con una hipotética remontada.

El Sporting ha entrado en febrero siendo un equipo distinto: menos emocionante (5 tiros a puerta en dos jornadas), menos reconocible y, seguramente, más pragmático. Prioriza la mejoría del ejercicio defensivo, un primer paso para salir del atolladero en el que se encuentra en la parte media de la tabla, y pierde gol y situaciones para hacerlo.

Para bien o mal, Yáñez, extraordinario en Valencia para rebañar un punto con sus paradones, es el contradictorio epítome del momento que atraviesa el Sporting. Por juego (la dependencia que el equipo tuvo de él ante el Levante) y por resultados, con esos cinco puntos de nueve posibles. Sus números recientes han traído cosecha, cortando la sangría defensiva. El arquero catalán lleva 270 minutos imbatido, algo que no conseguía desde el inicio del curso pasado, estando a un solo partido de igualar el mejor registro defensivo del Sporting en los cuatro últimos años. Con David Gallego, en la 2020-2021. Cuatro encuentros sin goles.

El Sporting está viviendo de ese paso atrás, con el que busca capear la crisis y sumar con regularidad, víctima de las urgencias desatadas con el mal final de 2024: solo dos victorias en tres meses. «Hay algo muy positivo que son las tres porterías a cero. Era algo que nos costaba incluso en días en los que nos generaron menos que ante el Levante», observó el domingo Albés, defendiendo que este rearme dará «una base sólida» para construir.

La figura de Albés

En esa reconstrucción, que está bajo sospecha por el momento, el Sporting tiene que cruzar esa solvencia defensiva con el peor enemigo posible: el Almería, el mayor goleador de Segunda y que, además, tiene en sus filas al pichichi: Luis Suárez. Un rival inoportuno para ofrecer el sábado (El Molinón, 21 horas) una versión más alegre y menos atrincherada que la de Valencia. Aunque más que convencer, el equipo ahora necesita ganar.

Y en medio de todo esto, Rubén Albés, que capitanea un año bacheado. Con un inicio de temporada muy prometedor en contraste con las limitaciones que insinuaba la plantilla, la difícil coyuntura que atraviesa el equipo le ha puesto en un pellejo complicado. Pero más allá de las encendidas discusiones en las redes sociales, hoy por hoy no hay ningún debate interno en marcha sobre la figura del entrenador, al que se considera capacitado para recuperar terreno.

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