Sporting de Gijón: Iker Martínez, el canterano que otra vez llama a la puerta de la pretemporada
«Es un jugador que puede llegar a ser especial», destaca Rubén Albés sobre el único futbolista formado en Mareo que debutó el curso pasado
Iker Martínez (El Entrego, 2004) encarnó el curso pasado una especie de oasis en el casi desierto de promociones desde el filial al primer equipo que se registró en el Sporting. El lateral, que tuvo una etapa formativa en Mareo de siete años, desde benjamines hasta cadetes, para regresar en 2023 al club de sus amores desde el Almería, fue el único canterano que debutó en el fútbol profesional en un año de secano para la tradición sportinguista. Su salto llegó como parte de una apuesta personal de Rubén Albés, en un vuelo casi directo desde el Sporting C hasta el primer equipo, habiendo tenido muy pocos partidos con el Sporting Atlético entre medias.
El entrenador le había echado el ojo en los primeros días de la pretemporada, agradado por las condiciones de este joven futbolista, de apenas 20 años, lateral de recorrido, con una clara vocación ofensiva, zancada y un buen centro, manteniéndose durante buena parte de la pretemporada entre el primer equipo y, ya sí, el filial. «Es un jugador que puede llegar a ser especial. Tendrá una dura competencia con Guille y con Kevin Vázquez, cada uno en su perfil, pero tiene que madurar pronto, que el fútbol no espera», advierte el entrenador vigués a EL COMERCIO.
A las puertas del inicio de la pretemporada, su nombre es uno de los que se valoran seriamente en Mareo, junto a Álex Lozano, por supuesto Oyón, Carlos Hernández y Mbemba, para formar parte de la selección de futbolistas que se pondrán la semana que viene a las órdenes de Asier Garitano. En los próximos días se comunicará la relación definitiva, en la que apunta a estar dentro, según la percepción que emana desde Mareo. El entrenador vasco, al igual que su predecesor, ya le reclamó para algunos entrenamientos del tramo final de la temporada y también le incluyó en alguna convocatoria. «Iker tiene cosas especiales: su zancada y velocidad, sus centros, su capacidad para eliminar (rivales) en conducción...», continúa Rubén Albés.
El canterano llega a este punto tras un año que apunta a ser muy importante, si confirma las expectativas que se tienen en Mareo, en esa transición desde el fútbol formativo al profesional. «Termina sin duda la temporada más especial y más dura de mi vida», sintetizó hace ya casi tres semanas a través de sus redes sociales, en un mensaje que hacía referencia a una curiosa dicotomía vivida durante el año: su estreno con el primer equipo y el final del curso con el filial, con la eliminación ante el Lealtad en el 'play off', que terminó con el jugador muy afectado, sin poder reprimir las lágrimas.
Con respecto a lo primero, Iker se estrenó en la segunda jornada de la temporada 2024-2025, en el último suspiro de la visita del Eldense a Gijón. Dejó su huella, de paso, en la historia, convirtiéndose en el canterano de Mareo número 200 en debutar con el Sporting. Volvería a competir en los finales de los encuentros ante el Granada, en El Molinón, y en la visita a Miranda. En total, el canterano disputó veinte minutos. Todos en la Liga, eso sí, y con Rubén Albés de entrenador, entrando en convocatoria un total de doce veces. También compitió en la Liga Álex Oyón, quien ya había debutado en 2021, y Pierre Mbemba, llegado al Sporting a través del programa de captación de jugadores extranjeros para los dos equipos filiales que se impulsó durante la época de Óscar Garro y Pedro Menéndez.
La mejora defensiva
Javi Fuego, que formó parte del cuerpo técnico del Sporting C en el primer año de regreso de Iker Martínez a Asturias tras competir en el Almería, redunda en el punto fuerte de su fútbol: «Le veía muy buenas condiciones, innatas, sobre todo a nivel ofensivo. Es un chico que entiende el juego muy bien y con nosotros fue decisivo en ese año, se incorpora muy bien al ataque». El hoy director deportivo de la Federación Asturiana también detecta dónde está su margen de mejora: «En el aspecto defensivo, en exigirse y concentrarse, en entender un poco los duelos defensivos y su importancia».
Con ese punto de partida y la confección de la propia plantilla del Sporting a presente y a futuro, la temporada 2025-2026 está llamada a ser un punto de inflexión para el canterano, relevo generacional de Guille Rosas, a la espera de ver si hay movimientos en este mercado por el gijonés, que tiene contrato hasta 2028. Kevin Vázquez, por su parte, encara el último año de los dos que firmó con el Sporting. En este momento, el club tiene que ir pensando en renovar su lateral diestro. De ahí que el curso pueda plantear un campo de experimentación para un futbolista que ya el año pasado estuvo a caballo entre el primer equipo y el filial.
«Con nosotros, en el Llano, lo que son las cosas, jugaba por dentro. Pero como lateral, te da mucho recorrido. Es verdad que este año estaba en el filial, que en gran parte de los encuentros participa en ataque, pero hay que verle más exigido», reflexiona el exfutbolista David Miguélez, quien le dirigió durante una etapa en el Llano 2000. «Es un chico que tiene mucha capacidad de mejora, sobre todo defensiva, y luego tiene físico, zancada y un buen pie», completa. En eso profundiza Javi Fuego: «Tiene cualidades y capacidad para poder mejorar, pero hay que trabajar con él. A nivel humano es un chaval humilde, trabajador, con ganas de aprender y siempre atento a lo que se le dice». El poleso cree que «puede tener recorrido a nivel profesional», pero también sostiene que «desde el club se debía de haber trabajado más a nivel individual con él porque estos años de mejora son muy importantes y creo que no se trabajó lo suficiente el aspecto individual».
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