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El Sporting de Gijón suma por la vía de la resistencia
El equipo, que continúa invicto con Borja Jiménez, rebaña un punto ante Las Palmas después de sobreponerse a las bajas con un plan ultradefensivo que frenó a los canarios
Un Sporting acorazado por sus múltiples ausencias, sumando un punto por resistencia numantina, terminó empujando a Las Palmas contra su portería en el final. ... El partido, acalambrado todo el rato, se embaló para los gijoneses cerca del ocaso. Pero el meta Horkas atrapó el tiro de Guille tras un partido feo, aunque meritorio y eficaz de los gijoneses dadas las circunstancias. Ayer siguió el gafe con la lesión de Kevin, en un duelo en el que Las Palmas reventó un balón contra el poste y Yáñez, en la primera mitad, hizo una de las suyas. No hubo mucho más de la tropa de Luis García, mosca con el partido de alambre de espino que preparó Borja Jiménez, camaleónico y que sigue invicto. Un técnico que es puro rendimiento.
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Contra el largo parte de bajas, el Sporting se reordenó a través de una tupida red defensiva. Kevin y Guille jugaban sincronizados y en comunicación constante por una puesta en escena atípica. El vigués se situaba en pasillos interiores. Un tercer central móvil, fijando a Iván Gil, que le obligaba a adelantarse. El canterano, mientras, medía sus expediciones. Pablo, al otro lado, tenía algo más de vuelo. Los rojiblancos propiciaron un primer acto sin gobierno y con mucho atasco.
Sporting de Gijón
Rubén Yáñez; Kevin Vázquez (Manu Rodríguez, m. 53), Pablo Vázquez, Perrin, Diego Sánchez; Guille Rosas, Nacho Martín, Justin Smith, Pablo García; César Gelabert y Amadou (Caicedo, m. 82).
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Las Palmas
Dinko Horkas, Álex Suárez, Clemente, Sergio Barcia, Iván Gil (Marmol, m. 73), Manu Fuster, Loiodice (Kirian, m. 85), Amatucci, Viti, Pejiño (Ale García, m. 60)y Lukovic.
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Árbitro Sergiu Claudiu. Amonestó en el Sporting a Diego Sánchez, Justin Smith; y en Las Palmas a Lukovic, Marmol.
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Incidencias
Una salida diferente, con mucha lectura y trabajo posicional para endurecer, alargar el choque y sobreponerse a las ausencias. De inicio, con una buena situación de Pablo, el balón se dividió, pendulante, con rigidez de los canarios frente al entramado defensivo. Por delante de Yáñez, sumando a Nacho, el Sporting llegó a reunir una línea de seis futbolistas custodiando el fuerte. Reinventado por las circunstancias, las largas y solitarias piernas de Amadou estaban preparadas para salir escopetadas al espacio sin mucha fortuna. El senegalés o estaba muy lejos de las zonas sensibles cuando recibía o, lo más habitual, rodeado.
A los veinte minutos, los canarios pudieron adelantarse en la mejor ocasión de la primera mitad, logrando sortear el bosque de piernas de los de casa, estirados. Un remate a quemarropa de Lukovic tras un estupendo centro de Pejiño, que había superado a Kevin y a Guille, lo rebotó Yáñez. Enorme, el meta sacó la pelota con una mano. Evitó el gol.
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La posesión de Las Palmas inclinaba de forma tímida una primera mitad áspera y, por lo demás, equilibrada. El Sporting se hundía demasiado, aplicado casi todo el tiempo en interpretar bien su organización y no descomponerse. Con Gelabert muy vigilado, le faltaban piernas arriba. El balón, salvo en pelotazos, no fluía a sus pies. Aunque tampoco a Las Palmas, salvo por el remate de su delantero serbio, le daba para mucho más. El encuentro estaba catatónico por el empeño de los gijoneses. Un fútbol gris y pragmático, que atragantaba a los canarios, retóricos con la pelota en un campo de minas.
Lesión de Kevin
El Sporting estaba tan lejos de Dinko Horkas como de la victoria. El gallego Manu Rodríguez y Curbelo calentaron en el intermedio, pero Borja Jiménez siguió dando carrete a la selección de personal del comienzo. Haciendo partido por la vía de la resistencia. El equipo mantuvo su escala de grises, atragantando al equipo de Luis García y mal con el balón, que apenas cataba. Como a perro flaco todo son pulgas, Kevin se retiró por una lesión muscular. Manu Rodríguez debutó con el Sporting, reforzado por el rugido de El Molinón, que sumaba para la causa. Lukovic remató al poste dentro del área tras un servicio de Manu Fuster.
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El Sporting respondió con una rápida oleada, pilotada por Diego. Su centro lo amansó Amadou, cuyo remate se marchó fuera. No fue una situación mayúscula, pero al menos sirvió para que el equipo saliera de su guarida y diera las luces largas a un entumecido Horkas. Muresan Muresan, que había expulsado a Lukovic por una peligrosa acción sobre Perrin, tuvo que corregirse de nuevo tras la intromisión del VAR. La acción terminó en amarilla.
El Sporting se activó en ataque de camino al final. Le costaba conservar la pelota, afinar con el pase y abusaba de la conducción. Pero avanzaba metros en el campo. Y en el partido. Amadou tuvo otra gran ocasión, tras un centro de Pablo García y un error de Marmol, pero su remate se fue al cielo. Cerca del final, entre aplausos y silbidos, Jiménez reclutó a Caicedo para refrescar el ataque. Muresan era quisquilloso y flexible según qué faltas y de qué equipo en un duelo que se amplió siete minutos. La tensión se cortaba con un cuchillo. Todavía terminó el equipo teniendo la última, tras un saque de banda de Gelabert y un remate de Guille que atrapó Horkas. Habría sido la guinda a un partido meritorio.
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