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Traver y Carmona realizan carrera continua durante el entrenamiento de ayer en el número 1.

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Traver y Carmona realizan carrera continua durante el entrenamiento de ayer en el número 1. ARNALDO GARCÍA
Sporting

El Sporting debate en la banda

Traver, titular en los tres últimos partidos, pelea el puesto en la derecha con el recuperado Carmona | El mallorquín aporta gol y liderazgo al equipo, mientras que el valenciano ofrece un mejor fútbol exterior

JAVIER BARRIO

GIJÓN.

Martes, 9 de abril 2019, 02:33

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A José Alberto la semana le tendrá sumido en una profunda reflexión en un momento clave de este ocaso de temporada. El rendimiento y el manejo del técnico de los distintos estados de sus futbolistas han definido un once que se recita de carrerilla, que por fin da la hora, pero que puede ser revisable, sobre todo con la recuperación de recursos humanos. Traver o Carmona. Carmona o Traver. Esa es la cuestión. La banda derecha se ha encarecido con las tres últimas titularidades del extremo valenciano, con otra pinta jugando por la diestra, donde explota mejor su fútbol vertical. Pero el balear, uno de los futbolistas más valorados por el cuerpo técnico, está de vuelta.

La duda no es menor. Afecta al enfoque y la interpretación del partido del viernes (El Molinón, 21 horas) frente a un oponente duro de roer como visitante. Traver y Carmona son dos futbolistas que encarnan perfiles muy distintos. Sin ser totalmente antagónicos, se parecen muy poco. El balear, que ayer se unió a los titulares en Tenerife durante el trabajo regenerativo, se relaciona más y mejor con el gol a través de esa instintiva llegada que muestra desde segunda línea, a la chita callando, que reventó al Córdoba en el Arcángel sin ir más lejos. Y viene con más extras: es uno de esos futbolistas que siempre expresa liderazgo cuando los nervios ahogan y quema el balón. «Nunca se esconde», subrayan desde Mareo.

La realidad es tozuda. Discutido por algunos sectores del sportinguismo -otros le idolatran-, los entrenadores que han pasado por el banquillo de El Molinón siempre le han dado cuartelillo, rendidos a esa capacidad para definir partidos desde una posición en la que no brilla con regularidad en directo, aunque en la estadística muestra un eco superlativo. Este año suma 7 goles y ha repartido 3 asistencias para la causa. Lesionado tres días antes del derbi, manteniendo la duda hasta el último momento por su propia terquedad, en mitad de la semana pasada se sumó al grupo. José Alberto decidió no forzarle, excluido para Tenerife. Ahora apunta al Granada.

En su ausencia, Álvaro Traver se ha granjeado un respetable cartel, jugando en su sitio natural, la banda derecha. Su carta de presentación es su velocidad, superior a la del mallorquín, un mejor centro y acomodo a la banda derecha, además de tres partidos complicados y resueltos con buena nota. Y luego está su golpeo de balón en las estrategias, prometedor. Un córner bien ejecutado por el valenciano desembocó en el gol de Djurdjevic en Tenerife. Al propio Granada le hizo el tanto de la victoria en un malintencionado bombeo al área. Hubo algún murmullo cuando el club anunció su incorporación al primer equipo en el verano, con un contrato por tres temporadas, pero los técnicos lo tenían claro. Era diferente al resto. Un extremo a la antigua.

«¡A ver Quaresma!»

Miguel Torrecilla lo conocía de las categorías inferiores del Levante. Cuando su nombre se planteó en la mesa de Mareo como un descarte del club granota, cerró su contratación. Esta temporada arrancó irregular, con una lesión y falta de confianza de los técnicos. El propio Rubén Baraja le reconoció en su despedida que no había sido justo con él. Y cuando le llegó la confianza, con José Alberto, otro de sus valedores en la casa, este le atornilló a la izquierda por exigencias del guión. Ahí se movió con incomodidad, enclaustrado y sin posibilidad de respirar la cal, teniendo que irse para el centro para favorecer su mejor pierna. «¡A ver Quaresma, con la izquierda!», le bromeó José Alberto en un entrenamiento cuando el valenciano llegó a la línea de fondo y centró con el exterior de la derecha, evitando el centro más natural. «Sabemos cuál es su posición, pero le hemos pedido un esfuerzo en algún momento», aclaró el técnico hace ya varias semanas. Ahora su fútbol, por la diestra, encaja como un guante en la propuesta.

Por eso, la decisión del entrenador del Sporting resulta tan delicada este viernes. Carmona es un elemento definitivo, básico para José Alberto, pero Traver ha contribuido al estirón coral embalando todavía más el fútbol directo del equipo. Tendrá que pensárselo dos veces el técnico en su búsqueda de un triunfo de pedigrí.

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