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Domingo, 14 de octubre 2018, 12:44
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La resaca está siendo dura. La sesión matinal dirigida por Rubén Baraja en la Escuela de Fútbol de Mareo se caracterizó por los rostros serios de unos futbolistas que no están contentos con sus últimas actuaciones. «Es un día complicado, pero esto es parte del fútbol. Lo bueno de esto es que tenemos dos partidos para cambiar la dinámica», explicó Nacho Méndez.
Pese a que el centrocampista es un recién llegado al vestuario, el asturiano habló como si de un veterano se tratara. «Para la gente el Sporting es lo más importante. Hay que hacer autocrítica, el empate con el Reus en casa no es para estar satisfecho. Dentro del vestuario la opinión de lo que hicimos no es buena», subrayó.
Nacho vivió su primera gran bronca en El Molinón sobre el terreno de juego. Un hecho que respeta y entiende: «Es normal que la gente se enfade. Todo el mundo es consciente de la exigencia que tiene estar aquí. El público no se conforma con poco. Lo asumimos y lo respetamos, pero tenemos que estar tranquilos».
Sobre las críticas creadas en torno a Rubén Baraja, el futbolista lanzó un mensaje de apoyo. «El entrenador tiene que estar tranquilo sabiendo que tiene nuestro respaldo. Ayer trabajamos para sacar el partido adelante. El punto sabe a poco, pero estamos a muerte con Baraja», concluyó.
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