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Sábado, 2 de febrero 2019, 01:43
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Hasta que no convirtió en gol su lanzamiento de falta no puso rumbo al vestuario. Solo cuando vio el balón en contacto con la red dio por concluido Ivi López el epílogo de su estreno en Mareo, el primer entrenamiento a las órdenes de José Alberto para él y Aitor García. Ambos superaron el ritual iniciático para los novatos, en el que sus compañeros hacen un corro y los recién llegados deben salir de él moviéndose sin levantarse hasta agarrar a uno de los integrantes del grupo. Tras la bienvenida, comenzó la sesión, completada con normalidad por ambos. «Cuando el míster lo estime oportuno, ahí estaré al pie del cañón», indicó Aitor García opositando a su primera convocatoria.
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