Secciones
Servicios
Destacamos
JAVIER BARRIO
GIJÓN.
Miércoles, 14 de noviembre 2018, 03:07
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
A las puertas del derbi, el Sporting de Rubén Baraja se pone de perfil. En Mareo se detecta estos días la pizca de motivación extra de una cita pasada de decibelios, con una carga emocional diferente a la que trae la temporada regular, que quedará aparcada durante noventa minutos, aunque la suerte del técnico rojiblanco está muy ligada al rendimiento global y, por supuesto, al del día. Baraja, en cualquier caso, sigue a lo suyo, sin alterar ni un ápice su agenda semanal, salvo por el hecho de que no ha querido aceptar ningún compromiso mediático. El viernes hablará en rueda de prensa.
En un momento todavía muy incipiente de la semana, el once del Sporting arroja muchas incógnitas. Canella sigue entre algodones, con Lod trasladado al plano internacional con Finlandia. En Mareo esperan un planteamiento algo diferente del técnico en la comparecencia del equipo en el Tartiere. No parece que se vaya a mover del 4-2-3-1, pero sí que podría sacudirlo para embalar un poco más el fútbol del Sporting en la zona más sensible del campo para el Oviedo.
Dupla ofensiva
Ayer hizo un pequeño ensayo en la fase intermedia del entrenamiento, contra una defensa de tres centrales (como actúa habitualmente el equipo de Anquela), con Djurdjevic y Nick Blackman comandando el ataque. El inglés, que ya está a disposición, peloteó unos metros más retrasado que el serbio, casi como un enganche, entrando desde atrás. Corriendo por las alas se situaron Álvaro Traver e Isma Cerro. Esta posibilidad desplazaría del once a Pablo Pérez y Carlos Carmona, lo que parece poco probable en el caso del mallorquín, sobre todo tras su doblete frente al Málaga.
Aunque puede que el sábado no actúe el balear en la banda derecha, la izquierda del Oviedo, que el curso pasado comenzó a resolver el último derbi por ahí, lanzado por el valenciano Mossa y Saúl Berjón. La forma de percutir por banda es uno de los grandes quebraderos de cabeza del técnico, que necesita una puesta en escena más profunda. Con respecto al delantero de Mánchester, hoy por hoy es una incógnita. Solo ha disputado 63 minutos esta temporada, cortado por los problemas físicos. En los entrenamientos se le intuyen unas condiciones muy interesantes, con una buena técnica y, sobre todo, una gran zancada para correr al espacio. Podría ser una de las soluciones de Baraja para aumentar la capacidad del arsenal en ataque. La producción ofensiva del Sporting como forastero está por los suelos, con tres goles, mejorando únicamente al Nástic, siendo uno de los cuatro equipos de la categoría que más dificultades tiene para enfocar el marco rival. Eso sí, la presencia de dos delanteros requeriría de mejores servicios desde las bandas.
Probaturas al margen, sí se espera, en todo caso, un reajuste de las piezas, buscando un mayor equilibrio defensa-ataque en el partido más decisivo de la era Baraja, quien se juega su continuidad, sin letra pequeña, en una jornada preñada de alicientes para el técnico. Camina sobre el alambre el vallisoletano, sí, pero tiene mucho que ganar en una cita de otra dimensión: la posibilidad de romper una dinámica de siete meses sin conseguir una victoria a domicilio, asomar la cabeza tras seis jornadas sin triunfos, alejarse de la zona del descenso y acercarse al 'play off', dejar muy tocado al Oviedo y lograr la primera victoria en la Liga en el Tartiere de los últimos 17 años. A todo eso habría que sumar el alzamiento del técnico, quien, aunque seguiría bajo sospecha, volvería a sentarse en Los Cármenes.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.