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Una captura de 'Mafia III'.
'Mafia III', el regreso de un clásico

'Mafia III', el regreso de un clásico

2K ambienta la nueva entrega de la saga en la Nueva Orleans de finales de los años sesenta

Iker Cortés

Sábado, 22 de agosto 2015, 07:39

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No hubo tiempo para preguntas. Tal y como los periodistas entraban al recinto que 2K habilitó durante la Gamescom para mostrar los primeros retazos de 'Mafia III', otros tantos salían de la sala. A juzgar por el esmero con el que se ambientó el lugar, decorado con elementos propios de finales de los años setenta -ladrillo visto, sofas de cuero, luminosos...-, la misma época en la que se contextualiza el juego, la compañía parece confiar plenamente en esta nueva entrega. Han pasado ya más de cinco años desde que 'Mafia II' saliera al mercado y cabe recordar que el título decepcionó a jugadores y crítica.

Casi más importante que la época, y más tratándose de un mundo abierto como los que acostumbra a construir la saga -en realidad, semiabierto porque en los dos títulos anteriores el jugador apenas podía apartarse de la senda que, con mano dura, marcaba el juego-, es el escenario. En esta ocasión, se trata de la húmeda Nueva Orleans. Lincoln Clay, el protagonista de esta historia, camina con paso decidido por las calles de una ciudad llena de vida. De noche, la luz de la cartelería de neón se refleja en el asfalto mojado de un enclave repleto de detalles. Parejas y grupos de amigos caminan y dialogan animadamente y de los bares sale música de la época. Definitivamente estamos en 1968 y esto es Nueva Orleans.

2K no deja poner las manos sobre el título pero enseña varias de sus mecánicas clave. El protagonista interroga a un objetivo y entonces el juego pasa a mezclar sigilo y acción. ¿Lo bueno? El rudo de Lincoln dispara y se mueve de forma distinta a la que acostumbran este tipo de videojuegos. Utiliza las coberturas, apoyándose en el suelo sobre los dedos, dispara con una sola mano... En pocas palabras, tiene personalidad propia y se aleja de los héroes y antagonistas que pueblan la industria del ocio electrónico. ¿Lo malo? La sutileza, tan propia de la mafia, queda aquí diluida. Lincoln es una máquina de matar. Y ya sea de forma sigilosa o como un Rambo hipervitaminado, la violencia explícita parece el plan nuestro de cada día.

Las sospechas se confirman en otro tramo de la demostración -hasta ese momento, Lincoln acuchillaba ojos y gargantas con gran esmero pero siempre después de ocultarse en las sombras-. El protagonista coge el coche y lo utiliza para asustar a un objetivo... Pronto, desata el caos en la ciudad y es ahí donde 'Mafia III' parece convertirse en 'Just Cause 2'. De hecho, revienta a un personaje atropellándolo y llega a acceder a un lanzagranadas con el que vuela los coches que le persiguen y todo parece convertirse en un juego más genérico de los que debería. Evidentemente, poco se puede juzgar con una demo tan corta. Los mimbres están dispuestos -la ciudad pinta maravillosa y el motor gráfico se mueve con soltura aunque a veces el 'frame-rate' petardea un poco- pero deberían pensar qué tipo de experiencia quieren ofrecer al jugador. Si 'Mafia III' no logra tener personalidad propia, podría acabar fracasando.

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