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Se busca modelo facial para robot, el negocio de una 'startup' británica

Se busca modelo facial para robot, el negocio de una 'startup' británica

El usuario tendrá que ceder para siempre sus derechos biométricos para poner rostro a unos robots

José Antonio González

Madrid

Martes, 22 de octubre 2019, 07:01

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¿Más de 110.000 euros por la cara? Sí, es la cifra que planea pagar una tecnológica británica por la cara de un ciudadano cualquiera. Bueno, concretamente el pago se realiza por la cesión «a perpetuidad» de los derechos biométricos del rostro.

Geomiq, que así se llama la empresa en cuestión, busca una cara «amable y amigable» para los robots, que se utilizará como «amigos virtuales» para las personas mayores. El anuncio, aunque suene a ciencia ficción estadounidense o un capítulo de la famosa serie 'Black Mirror', es cierto.

«En este momento no se nos permite compartir más detalles sobre el proyecto, pero esperamos que alguien con la cara correcta se ponga en contacto como resultado de este llamamiento público», asegura un portavoz de la tecnológica británica a The Mirror. «Es una oportunidad única en la vida para la persona adecuada; esperemos que podamos encontrarlos», añade.

La idea original no es de Geomiq, según cuentan en su blog.«Hace unas semanas, una empresa de robótica se nos acercó para preguntarnos si podíamos ayudarlo con los toques finales de un robot humanoide de última generación en el que ha estado trabajando», señalan. «Los detalles del proyecto son escasos debido a un acuerdo de confidencialidad que hemos firmado con el diseñador y sus inversores, pero esto es lo que sabemos».

En la cadena de montaje

Pero, los robots están listos para entrar en producción el próximo año y estarán «fácilmente disponibles» para el público, aseguran. «Estamos haciendo este llamamiento público para tratar de encontrar a la persona adecuada».

La información, por el momento, es escasa para «mantener el anonimato se debe a la naturaleza 'secreta' del proyecto», apuntan desde Geomiq. Señalan que las directrices del diseñador apuntan a que los candidatos que pasen por la siguiente fase recibirán detalles completos sobre el proyecto. «El diseñador también ha enfatizado que los candidatos no seleccionados no serán contactados», añaden en su blog.

El pago será para el elegido y se desconocen los rasgos que buscan los diseñadores. Hasta ahora, los ingenieros han ido dotando a los robots de capacidades cada vez más humanas. Pero, la morfología se ha quedado atrás y ahora buscan crear una interfaz más cercana y «amigable».

Lo que se conoce del proyecto puesto en marcha por la británica Geomiq es que la cesión de los derechos es «a perpetuidad», una cesión de unos datos biométricos especialmente protegidos por el Reglamento General de Protección de Datos.

El artículo 4.14 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) define qué son los datos biométricos. «Datos personales obtenidos a partir de un tratamiento técnico específico, relativos a las características físicas, fisiológicas o conductuales de una persona física que permitan o confirme la identificación única de dicha persona, como imágenes faciales o datos dactiloscópicos».

Los datos «especialmente protegidos» necesitan la autorización y consentimiento explícito de los usuarios para el tratamiento de esta información. Además, señala la normativa europea que tanto el responsable como el encargado del tratamiento están obligados a realizar evaluaciones de impacto para tratar correctamente esos datos biométricos.

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