El nuevo Plan General obligará a dejar espacio en los edificios para las bicis
Gijón tiene ya 80 kilómetros de carriles, entre exclusivos, compartidos y sendas, 30 de ellos en zona urbana
O. ESTEBAN
Jueves, 8 de julio 2010, 10:05
Gijón quiere favorecer el uso de la bicicleta. Hasta ahora lo ha hecho habilitando carriles bici. Y aparcamientos para bicis. Y servicios públicos de alquiler. Incluso, con algunos concejales pedaleando por la ciudad. Pero, en el futuro, dará un paso más. El nuevo Plan General de Ordenación (PGO) obligará a los constructores a dejar un espacio en los nuevos edificios para las bicicletas, a poder ser en la planta baja del inmueble. Es decir, algo así como un aparcamiento interno o un trastero exclusivo para las bicicletas de los vecinos. Porque, reconoce Pedro Sanjurjo, concejal de Urbanismo y usuario de la bici, uno de los principales problemas para los que gustan de ir pedaleando a los sitios, es subir luego la bici a casa, en el ascensor, o al trastero. De ahí que se haya decidido «incorporar al PGO nueva normativa para afianzar la estrategia de la movilidad sostenible».
Será el principio. Lo explicó Sanjurjo durante la presentación de la nueva guía elaborada por Asturies ConBici, que facilitará el uso de este transporte en la ciudad. La asociación planteaba la posibilidad de contar, en el futuro, con una nueva ordenanza de circulación que incorpore la bicicleta. Añadía Sanjurjo, en ese momento, que por ahora Gijón contará con nueva normativa, que será la que incorpore el PGO. Se van desgranando de este modo nuevos datos del plan de ordenación, del que hoy se celebra otra comisión de urbanismo monográfica en la que se tratará sobre los núcleos rurales. En el caso de la obligación de dejar espacio para las bicis, la normativa planteará una ventaja para los constructores: que el espacio que se deje para los vehículos no compute edificabilidad. Es decir, que no restará espacio a construir en el resto del edificio.
La intención es que a partir del nuevo Plan de Ordenación se establezca en la ciudad toda una «estrategia general de movilidad», que se irá desarrollando en el futuro. Una de las cuestiones en las que se basará dicha estrategia es el estudio sobre tráfico que Urbanismo encargó a una empresa externa al Ayuntamiento, al igual que hiciera con los informes medioambientales y de necesidad de vivienda.
El PGO identificará también todos los itinerarios ciclistas, los que ya están hechos y los previstos, itinerarios que habrá que ir actualizando sobre la marcha. En estos momentos, explicaron ayer Sanjurjo y la concejala de Medio Ambiente, Dulce Gallego, Gijón cuenta con 30 kilómetros dentro de la trama urbana que son o carriles exclusivos de las bicis o espacios compartidos con los peatones. Gallego contabilizó otros 50 kilómetros, los de las sendas peatonales del concejo, que también se pueden recorrer a dos ruedas. Aún quedaría la avenida de Schulz, zona compartida para bicis y transporte público. Y la propia asociación Asturies ConBici ofrece además toda una serie de itinerarios recomendados, por calles con tráfico, pero «evitando las grandes avenidas y usando vías en las que, por experiencia, sabemos que se puede circular mejor».
También por su propia experiencia, el presidente de la entidad, Rafael Fernández, asegura que los conductores gijoneses están cada vez más acostumbrados a las dos ruedas. Al menos, «ya no te pitan y te gritan que te apartes».
Porque «nunca hemos querido llenarlo todo de carriles bici, sino hacer una red básica para llegar desde los barrios hasta el centro», dijo Fernández. Una necesidad para algunos que, en el caso de la Concejalía de Medio Ambiente se convierte en virtud para ayudarles a mejorar los siempre polémicos niveles de calidad del aire en el municipio. Menos coches, menos emisiones a la atmósfera. Para la Concejalía de Urbanismo se ha convertido en un objetivo, quizás porque «hasta el concejal va en bici» (ayer mismo la había dejado aparcada en el Muro), porque «debe convertirse en un modo de transporte habitual, cotidiano y normal» y porque debería haber incluso «novios y novias que vayan en bicicleta». Ya dio ejemplo el concejal de Deportes, José Ramón Tuero, eligiendo este medio de transporte para llegar a su propio enlace.
Los itinerarios
Al margen de bromas, el objetivo de unos y otros es «ir introduciendo un cambio de cultura, más itinerarios peatonales y ciclistas» y la posibilidad de recorrer la ciudad de lado a lado, y de Norte a Sur, pedaleando. Para lograr la meta, en el futuro se sumarán vías como el puente del Piles y avenida de Castilla (ahora en remodelación), Pablo Iglesias y Manuel Llaneza (dentro del plan de vías, aunque aplazadas para el próximo mandato) , Salvador Allende, Ramón y Cajal (ambas en obras), en la avenida del Jardín Botánico y Gaspar García Laviana (incluidas en la segunda pase del plan E). Se van sumando kilómetros, muchos más de los que había hace unos años. En 2002 se contabilizan 20. Ahora, sumando las sendas, los carriles exclusivos y los compartidos, serían unos 80.
Todos estos itinerarios estarán incluidos, como queda dicho, en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, del que hoy se darán a conocer nuevos datos y que se acabará de desgranar en las próximas dos semanas. La nueva normativa sobre obligación de dejar espacios para las bicis se explicará de forma más detallada en las dos últimas sesiones, cuando se informará sobre las características del suelo urbano. Todo ello será aprobado en el Pleno municipal del próximo 30 de julio, al mismo tiempo que el catálogo urbanístico.