El e-book despega en El Fontán

Hay algo misterioso en el gusto, en el placer y el deleite que provocan ciertas cosas, como abrir un libro, olerlo, tocar la cubierta, sentir el tacto de las páginas... y leerlo, claro. Para algunos lectores el contenido es tan importante como el continente; en cambio, para otros, lo fundamental es el mensaje, las letras que forman palabras, palabras que hacen frases y frases que llenan capítulos. Un ejemplo: los defensores del e-book frente a los del libro tradicional.

Estos últimos están de enhorabuena. A partir de enero, la Biblioteca Pública de Asturias Ramón Pérez de Ayala será la primera en incorporar el préstamo de libros electrónicos en la región.

Quizás la supuesta batalla entre formatos no sea para tanto. Los propios empleados de la biblioteca, acostumbrados a ejemplares de papel, lo están comprobando: «Estamos viendo cómo funcionan los aparatos y detectando posibles problemas, para que cuando los usuarios acudan a nosotros poder resolverlos. La verdad es que estamos muy contentos. Yo creo que el préstamo de e-book va a funcionar muy bien», explica la directora del centro, Milagros García Rodríguez.

La biblioteca de la plaza Daoíz y Velarde, en El Fontán, acaba de recibir 55 aparatos. En principio, aunque todavía se están definiendo las condiciones del préstamo, los usuarios que prefieran la tinta electrónica se llevarán las máquinas a casa durante quince días. En la memoria tendrán todos los libros disponibles. La dirección también estudia cómo garantizar la conservación de los dispositivos, «mucho más caros que un libro normal», tanto del estado físico como de la memoria. Es decir, evalúan cómo bloquear los equipos para que nadie añada archivos.

El e-book, como todo, tiene sus pros y contras. En el lado positivo la comodidad, pues tiene un tamaño similar al de un libro de bolsillo y apenas pesa. En la memoria se pueden almacenar decenas de títulos y, según defienden expertos, no proyectan luz, como el ordenador, por lo que la vista no se cansa.

En el saldo negativo, está la delicadeza del aparato y el tema de los derechos de autor. Por eso, de momento la Biblioteca Pública de Asturias prestará títulos de clásicos españoles y también universales: Alejandro Dumas, Antón Chejov, Benito Pérez Galdós, Herman Melville. Unos escritos en español, otros en inglés. Los aparatos también estarán cargados con una colección cedida por la biblioteca virtual del Instituto Cervantes.

Según responda el público, se estudiarán otras posibilidades de préstamo. «De momento no contemplamos la posibilidad de que los usuarios vengan de casa con sus dispositivos electrónicos. Eso será más adelante, porque hay que tener mucho cuidado con los derechos de autor», aclara García. Tal vez se puedan configurar «archivos temporales que desaparezcan a los quince días».

Calefacción arreglada

Sea como sea tanto los defensores del libro tradicional, como los del e-book, podrán disfrutar de la lectura en las instalaciones de la Biblioteca de El Fontán. Y lo harán sin pasar frío. Hace unas semanas, y ante las recurrentes protestas de los usuarios, el personal envió un escrito a la Consejería de Cultura: la calefacción estaba estropeada desde octubre por un problema de filtraciones de la caldera.

Los responsables regionales se comprometieron a arreglarlo en pocos días. Y así lo han hecho.