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Tino Fombona entrega una placa al representante de la ronda «Escuela Música de Noreña». :: FERNANDO CASTRO
Cancios como homenaje
SIERO Y CENTRO

Cancios como homenaje

Los cantares en chigre de Noreña contaron con la participación de un grupo de mariachis que animaron las ocho sidrerías participantes El cantante Tino Fombona se retira tras 60 años de trabajo

DAVINIA DURÁN

Sábado, 26 de marzo 2011, 04:09

La tonada, las gaitas, las sidras y sobre todo la gente, invadieron ayer la Villa Condal, ya que por una noche Noreña se convirtió en la capital de la música asturiana. El motivo fue la celebración de la tercera edición del Certamen de Cantares en Chigre 'Prohibido Cantar... Desentonáu', organizado por la Escuela de Música y Danza Tradicional en colaboración con la concejalía de Cultura.

«La filosofía es retomar la canción asturiana en los chigres, ya que la acción de cantar sirve para unir a los vecinos, enriquece las relaciones y nos permite recuperar nuestra identidad». Con estas palabras definía la actividad, Chus Solís, presidente de la escuela. Este año, participaron ocho establecimientos. Rodrigo Carrasco, copropietario de la Sidrería 'El Güelu', comentó que «queremos que se repita más veces al año porque estamos muy contentos y es una iniciativa en la que participa todo el pueblo». Por su parte, Manuel Alfredo 'Cuqui' Bobes, propietario de La Cuadra de Alfredo, afirmó que el 90% de los clientes cantan, «aunque no sepan hacerlo, ni se sepan la canción».

En Noreña ayer no sólo actuaron las tradicionales rondas, a las canciones de siempre se sumó un grupo de mariachis, la novedad de este año, que desde las once de la noche se paseó por las sidrerías animando el ambiente.

«Disfrutar de la pachanga»

Además de cantar en los chigres, se celebró un emotivo homenaje al cantante Tino Fombona, que se retira tras 60 años dedicados a su gran pasión, la música, en cualquiera de sus estilos. Su hijo pequeño, Chema Fombona, fue el encargado de dedicar unas palabras a su padre, del que reconoció sin poder esconder las lágrimas «haber aprendido a disfrutar de la pachanga, saber tratar con el público y con las asociaciones». Chema es el único hijo que se ha dedicado a la música y ha trabajado durante años con el homenajeado.

«Quiero agradecer a Mari Tere su paciencia, por aguantar mis ausencias y también recordar a los compañeros músicos con los que he podido compartir escenario», apuntó Fombona en su discurso, en el que también reconoció que cantar en los chigres fue «una de sus pasiones».

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