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La escritora Mónica Rodríguez durante la entrevista. :: NEWSPHOTOPRESS
«Me conformo con que alguno de mis libros llegue a un niño y lo recuerde»
Cultura

«Me conformo con que alguno de mis libros llegue a un niño y lo recuerde»

La escritora y física asturiana acaba de ganar el Premio Ala Delta de literatura infantil y juvenil Mónica Rodríguez escritora

ANTONIO VALLE

Lunes, 18 de abril 2011, 11:11

La escritora asturiana Mónica Rodríguez (Oviedo, 1969) ha ganado recientemente el Premio Ala Delta 2011 de literatura infantil, que convoca la editorial Edelvives, con su obra Diente de León. El pasado mes de noviembre presentaba La bicicleta de Selva (Anaya), con la que obtuvo el Premio Ciudad de Málaga de Literatura Infantil y Juvenil. Licenciada en Ciencias Físicas y especializada en Energía Nuclear, en octubre de 2009 dejó su trabajo en un centro de investigación para dedicarse exclusivamente a la literatura. Este es su undécimo libro hasta la fecha, quedan muchos más.

-Desde tu primer libro, publicado en 2003 (Marta y el hada Margarita), ¿ha cambiado tu forma de escribir?

-Ha cambiado mucho. He vivido muchas cosas en estos años, he escrito mucho y he leído más aún. Ingredientes que hacen que todo cambie. Creo que para mejor porque todo (la vida, los libros, la escritura) conduce al aprendizaje y a que seamos un poquito mejores, si no, ¿para qué?

-¿Piensas en el lector cuando escribes: un lenguaje seleccionado o autocensurado, un grupo de edad concreto, niños o niñas...?

-De alguna manera, el lector está siempre presente cuando escribo, aunque no piense en él. No es tampoco un lector concreto, tal vez yo misma como lectora, lo que a mí me gusta leer, lo que me hubiese gustado leer de niña. Adapto el lenguaje y el estilo en función del público al que me dirija, luego... hay un público. Al fin y al cabo, escribir es comunicar y para comunicar debe haber un receptor.

-¿Y los adultos? ¿Te interesan como receptores?

-Escribo para adultos. Tengo un par de novelas. La dificultad es publicar. Por otra parte, la literatura infantil y juvenil es aquella que también pueden leer los niños, como dijo un gran sabio.

-¿Te planteas en la obra algún tipo de lección moral o ejercicio didáctico?

-No, nunca lo hago. Y creo que la literatura no está para ofrecer lecciones morales. La literatura debe mover, conmover, hacer gozar. Pero es cierto que cada escritor escribe desde sus propios ideales, su propia moral y eso siempre está presente.

-En tus libros son frecuentes heroínas más o menos alternativas, como la intrépida protagonista de la serie Candela o, en tu libro más reciente, Selva, que es de color azul. ¿Hay cierta intención de educación para la igualdad de ambos sexos o simplemente sientes más complicidad con esos personajes? ¿Son alter egos?

-Ya me gustaría (risas). Es posible que como mujer tenga más complicidad con las mujeres - las entiendo mejor. Me gustan las mujeres fuertes, alegres, imaginativas (aunque sean patosas)... pero también tengo textos donde los protagonistas son niños -u hombres-, pero haciendo un repaso, es verdad, que son menos. Quizás me atreva más ahora. No sé por qué. ¿La edad?

-¿El libro está en crisis? Si es así, ¿crees que los libros para niños están a salvo, siguen teniendo éxito?

-No creo que los libros estén en crisis ni creo que lo vayan a estar nunca (soy optimista). Y los libros para niños y jóvenes menos aún, porque ellos reclaman lecturas y también porque desde las escuelas se les obliga a leer. Leen mucho más los niños que los mayores, o mienten más en las encuestas (risas).

-¿Qué leías de pequeña? ¿Te marcaron aquellas lecturas?

-Yo leía libros de Los Cinco, de Agatha Christie... pero con 15 años leí un poema de Alberti y un libro de Juan Valera y mi vida -la literaria primero, después la otra- cambió. La literatura infantil clásica -La isla del tesoro, Robinson Crusoe, Oliver Twist...- la leí de mayor. Y la disfruté mucho.

-¿Crees que tu formación científica está presente en tu obra literaria? ¿De qué manera crees que ha influido?

-A la hora de escribir todo está presente de alguna manera. Por ejemplo, suelo escribir desde la emoción, pero las incoherencias me rechinan mucho. En el fondo, soy muy racional. La lógica matemática me tira mucho.

-¿Sientes más cercana la Misión tornillo (de la serie Candela, con Frankenstein de fondo) que la Misión parche (con el pirata Barbanegra a sotavento)?

-Me gustan más los piratas. Lo pasé fantástico con Barbanegra, personaje con una vida interesantísima pero muy malo, todo sea dicho.

-¿Tienes algún reto o meta personal en tu carrera literaria?

-Sí, poder vivir de esto para no tener que dedicar mi tiempo a otras actividades. Aunque no lo parezca, es una meta muy alta. Por supuesto, como todo escritor, también sueño con escribir alguna obra maestra, pero conozco mis limitaciones. La verdad es que en este sentido me conformo con que alguno de mis libros llegue a algún niño y lo recuerde y atesore. Y, puestos a pedir, que le haga mejor persona.

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