«La Academia ni corrige ni tacha ni prohíbe»

Está tranquilo. Muy tranquilo. También molesto. Y hasta un pelín decepcionado. Su Diccionario Biográfico de la Historia está en boca de todos y no por la enormidad de una obra de 50 volúmenes con 43.000 biografías, sino por lo que él considera una guerra de palabras sin demasiada importancia. Gonzalo Anes (Coaña, 1931) dirige la Academia de la Historia que está detrás de tan magna obra. Y la defiende sin tregua.

-¿Cómo lleva la polémica?

-Muy bien. Como es una cosa absolutamente injusta en la que tiene toda la razón la Academia...

-Explíquese.

-Porque la Academia ha hecho una obra absolutamente portentosa. Son 50 tomos de 850 páginas cada uno con las biografías más importantes de los personajes de la Historia de España, desde tres siglos antes de Cristo hasta el presente. Quienes conocen el diccionario dicen que solo hay otro equiparable, el Gran Diccionario Biográfico de Oxford, con la ventaja para el de la Academia de que incluye personajes nacidos antes de 1950 y el de Oxford solo es de personajes muertos.

-Pero usted sabe que hay ciertas biografías que no han gustado, como la que Luis Suárez firma sobre Franco.

-Lo que sí sé es lo que pone cada tomo del diccionario: «Las biografías se deben a sus autores, la Academia no ha querido modificarlas aunque a veces hubiese discrepancia en cuanto al contenido de ellas. Cada autor es el único responsable del contenido de la biografía que haya escrito».

-Dicho de otra forma, que la Academia no actúa como censora.

-No. Ni como censora ni tiene actitudes inquisitoriales para corregir la obra de nadie, tachar párrafos o prohibirlos.

-¿Cómo es el funcionamiento de elaboración del diccionario?

-Se convocó un congreso de academias iberoamericanas y españolas de la Historia para contar con el apoyo de todas. Se crearon comisiones de académicos para seleccionar los personajes que habían de biografiarse y esas comisiones propusieron a los biógrafos más convenientes.

-¿Y cómo se revisan o corrigen los textos?

-Se revisan para saber que dan la información biográfica exigida: fechas de nacimiento y de muerte, obras, bibliografía. Eso enriquece al diccionario de manera extraordinaria. Hay personajes cuya biografía es menor que las páginas dedicadas a su obra. Lo que se busca es que quien se interese por un personaje sepa cómo puede ampliar el conocimiento con la bibliografía que existe.

-De todas formas, con un personaje tan 'especial' como es Franco, supongo que alguien habría leído eso antes de que se publicara.

-Pues sí. Se leyó y se vio que todos los datos que contenía eran exactos, que da una amplísima bibliografía sobre Franco y su régimen, en que están todos los autores de cualquier signo para que quienes quieran ampliar sepan cómo pueden hacerlo... La única discrepancia es que tenía que haber sido calificado de régimen dictatorial y no autoritario. Y punto, no hay otra cosa. Se está debatiendo por ese pequeñísimo detalle, la diferencia entre dictatorial y autoritario, y se está poniendo en cuestión una obra que eleva internacionalmente a España por el contenido del diccionario y por lo rigusosas que son las biografías, lo bien hechas que están y lo objetivas que son.

-¿Me da su opinión personal sobre esa diferenciación entre dictatorial y autoritario?

-Pues mire, yo viví la época de Franco y era un régimen dictatorial, pero pienso que para la gente joven que se les diga que fue un régimen dictatorial puede que no les ilustre tanto como que fue un régimen autoritario, porque lo que es autoridad y ser autoritario lo sabe todo el mundo.

-¿El significado de esas dos palabras es para usted el mismo?

-No le doy importancia a eso, porque yo estoy viendo el diccionario en su conjunto y respeto la voluntad de Luis Suárez y su obra, porque es un gran historiador.

-El ministerio dice que el diccionario se va a rectificar si hace falta. ¿Está dispuesto a aceptarlo?

-El diccionario es una obra viva que cuando esté en la red estará sometido a permanente ampliación con nuevas biografías, con personajes de los que se sabe que se publican obras que esclarecen aspectos desconocidos hoy y ahí es donde se pueden hacer las ampliaciones y las correcciones pertientes, que es lo que tiene que importar, porque del diccionario se han hecho solo mil ejemplares y en la red los consultantes van a ser cientos de millones.

-¿Cuándo va a estar en la red?

-Tiene que decidirlo la Academia.

-¿No tiene ninguna estimación?

-No puedo aventurar algo que tiene que decidir la Academia.

-¿Y puede aventurar si esa biografía saldrá corregida?

-Pues estoy seguro de que Luis Suárez no tiene inconveniente alguno en que se diga unas veces que era autoritario y otras que era una dictadura.

-Pero no solo es la biografía de Franco la que ha generado polémica.

-Ha originado polémica una biografía que los polemistas desconocen, que es la de Negrín. La juzgan por una frase que se dice en la biografía de Azaña. Es tristísimo que esto se produzca.

-¿No teme que haya más biografías cuestionadas?

-No lo sé. No soy adivino ni profeta. Si se produce ya habrá respuesta a cada cosa.