Pioneras de la enfermería comunitaria
Las dos residentes del centro de salud de Contrueces destacan que la rama promueve los hábitos saludables entre los pacientes Raquel Pérez y Cristina Obaya estrenan en Contrueces la nueva especialidad del MIR
JESÚS ESCUDERO
Domingo, 19 de junio 2011, 04:39
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Al igual que los 197 residentes del curso 2010-2011, Cristina Obaya Prieto y Raquel Pérez Otero comenzaron hace un mes en el centro de salud de Contrueces esta formación sanitaria especializada. Pero su caso es diferente al de los otros 195 residentes asturianos al ser las primeras enfermeras que estrenan la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria en el Principado, una de las novedades de la oferta formativa de este año junto a Enfermería Geriátrica. Tras salir en 2008 de la Escuela de Enfermería de Cabueñes, tanto Raquel como Cristina decidieron presentarse al MIR el pasado mes de enero en busca de una salida profesional, como otros tantos jóvenes. «La especialización es el futuro para la profesión», afirma Raquel, de Castropol, mientras que su compañera de residencia es originaria de Gijón.
A la hora de hacer el examen, las dos enfermeras pusieron esta nueva especialidad como prioritaria en su orden de preferencia. Y las respectivas notas obtenidas les permitieron acceder a ella. «Esta rama nos gusta mucho, ya que te permite trabajar directamente con la comunidad y no se limita a poner inyecciones o hacer curas», señalan las dos residentes de Enfermería Familiar y Geriátrica, especialidad que además cuenta con otras cuatro plazas repartidas por el resto de Asturias: dos en Avilés y las otras dos en Pola de Siero. En estos treinta días en el centro de salud de Contrueces, Raquel y Cristina ya han tenido la ocasión de participar en varias actividades escolares para el fomento de la salud desde las más tempranas edades.
Precisamente, la educación en salud se convierte en uno de los pilares de esta rama, en la que cobran gran importancia las jornadas y conferencias organizadas con otras entidades, como asociaciones de vecinos, culturales o no gubernamentales. En cuanto al carácter familiar de este ámbito, Raquel y Cristina se especializarán en aspectos de la planificación familiar, así como trasladarán nociones básicas a los ciudadanos para una óptima concepción de los cuidados sanitarios. «El enfoque de esta especialidad permite dotar a los pacientes de otras capacitaciones. La enfermería comunitaria y familiar ofrece un concepto muy amplio en el que la base principal consiste en la educación para prevenir enfermedades», subrayan las residentes.
Amplio currículum
Durante los dos años que dure su experiencia en el centro de salud de Contrueces, Cristina y Raquel estarán bajo la tutoría de Margarita Salido y Raquel Pérez, respectivamente, quienes se encargarán de guiar a las dos jóvenes por esta nueva especialidad. Para lograr el MIR de Enfermería Familiar y Comunitaria, el centro sanitario tuvo que acreditar que posee una dotación adecuada de instalaciones así como un personal con un currículum con una gran experiencia laboral en este campo. «Participamos en numerosas cuestiones de docencia e investigación para la promoción de salud», enfatizan las tutoras.
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Sobre la incorporación de esta especialidad en la oferta asturiana del MIR, las dos enfermeras residentes destacan que «era una rama muy demandada» por los estudiantes, si bien matizan que esta tarea de fomento de la salud en la sociedad «siempre se ha realizado en enfermería». De hecho, Cristina Obaya y Raquel Pérez se encargarán a lo largo de los dos próximos años de inculcar estilos de vida saludables entre los pacientes de Contrueces. «Para ello, contamos con la colaboración de las diferentes asociaciones del barrio, ya que organizamos conjuntamente jornadas de trabajo sobre alimentación y ejercicio», añaden las tutoras.
Las dos residentes confían en que esta nueva especialidad de enfermería les abra un horizonte laboral al concluir los dos años del MIR, aunque admiten que «es una incógnita cómo va a funcionar». No obstante, destacan las perspectivas que le pueden abrir la enfermería comunitaria y familiar en el futuro gracias a la gran variedad de salidas que tiene. «Esperemos que la residencia nos sirva para trabajar en este campo», apuntan las dos jóvenes, si bien el MIR les abre la posibilidad de presentarse a oposiciones o ampliar sus estudios con un doctorado en enfermería. Hasta ese momento, Cristina Obaya y Raquel Pérez confían en seguir los pasos de la gallega Concepción Arenal, pionera en el siglo XIX de las enfermeras visitadoras, antecedente más cercano a la especialidad de Enfermería Comunitaria y Familiar.
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