Urgente Sánchez cesa al número 2 de Salazar en La Moncloa por las denuncias de acoso sexual
Cultura

La energía de la desgracia

El joven protagonista de esta novela, un estudiante sajón de hidrología, al poco del fracaso de la revolución húngara de 1956, es encarcelado y acusado de contrarrevolucionario.

FULGENCIO ARGÜELLES

Sábado, 25 de junio 2011, 04:38

En una celda miserable de la Securitate rumana, soportando intensos interrogatorios y vejaciones de toda índole, transcurren dos años de su vida, años que conforman la casi totalidad del tiempo real de la narración. La inevitable sensación inicial de que estamos ante un soporte argumental escaso para 725 páginas es ahuyentada al poco de iniciarse la lectura, que transcurre cargada de interesantes reflexiones y múltiples tumultos emocionales, tanto que a la narración parecen faltarle páginas, circunstancia nada extraña al formar parte esta novela de una trilogía que el autor comenzó a publicar en 1998. Eginald Schalattner, nacido en 1933 en la ciudad transilvana de Arad, sufrió en propias carnes la mayoría de los acontecimientos que narra, conformándose así la novela no sólo como apasionante aventura y documento histórico de la época de supremacía comunista, sino como un ejercicio convincente de asociación entre literatura y vida. El autor consigue convertir la rutina de la celda en emoción y, utilizando un lenguaje austero unas veces, irónico otras y siempre atractivo e inteligente, exprime la memoria y la conciencia del ser humano privado de libertad hasta límites poco frecuentados por la literatura. El libro se sustancia con numerosas historias de personajes curiosos que van conformando el mapa social y político de la época, como la intrépida Milena Paulovna, esposa del párroco Schmal, que espoleaba la pasión como si fuera un caballo, o como el tío abuelo Franz, aristócrata de rancio abolengo que murió en un asilo para indigentes. Pero son tal vez las extensas e intensas conversaciones que el protagonista mantiene con los militares durante los interrogatorios, las que hacen de esta novela un documento singular de reflexión política y filosófica y de valioso escudriñamiento de la condición humana. Estamos pues, ante un análisis literario muy convincente sobre el miedo, sobre las servidumbres ideológicas, sobre la sinceridad y sobre la siempre controvertida circunstancia de la delación. Un viaje de ida y vuelta hacia el tiempo del corazón y de la memoria. «Hay una energía para la desgracia que se agota, porque las víctimas no quieren sufrir más», dice el párroco Wotmann. El autor es ahora pastor protestante de prisiones en la antigua ciudad rumana de Hermannstadt después de haber desempeñado múltiples trabajos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad