Siete agujas extraídas a un perro

Un perro pastor alemán se debate entre la vida y la muerte tras ser operado de urgencia para extraerle las siete agujas que en la tarde del jueves comió en la plaza de León XIII, en El Llano. Estaban escondidas en trozos de tocino esparcidos por el parque. Es la segunda vez en menos de dos meses que este área de recreo aparece sembrada de carne emponzoñada. En la primera ocasión, ocurrida a finales de junio, nueve perros resultaron afectados por la ingesta de alfileres. Varios canes aún no se han recuperado y según los testimonios de los usuarios de la plaza, «justo por ese periodo de tiempo murieron dos perros jóvenes y aunque no hay pruebas porque no se pudo demostrar, todo parece que fue por el mismo motivo».

La cruel acción está ya en manos del juez instructor. Mientras, el Cuerpo Nacional de Policía estrecha la investigación en torno a un vecino de la zona que podría estar involucrado en los envenenamientos. No obstante, se mantienen abiertas varias líneas, que se espera que fructifiquen en los próximos días para aportar luz al caso y tranquilidad al barrio.

«Una persona tan cruel como para hacer tanto daño a un animal y de una forma tan vil, es capaz de hacérselo a un ser humano. Hay que encontrar al culpable cuanto antes para que no se produzcan más desgracias», se lamenta una usuaria de la plaza.

Al menos otros tres animales murieron las pasadas semanas tras haber ingerido veneno en parques del Lauredal y El Cerillero. Los afectados piden más vigilancia para evitar que se repitan actos de estas características.