El Plan de Movilidad propone continuar fuera del Consorcio de Transportes
Cambiar los buses por taxis en cuatro trayectos de la zona rural y crear un bono de transbordo, entre los planes
ANA SALAS
Sábado, 21 de enero 2012, 03:47
Con una ocupación media de los autobuses del 35%; unas líneas rentables (la 3, la 1, la 2 y la 7) y otras «muy deficitarias» (sobre todo la 6 y la 16); en una estructura que «no ha considerado el cambio urbano» sino que se ha ido «parcheando» para adaptarla al crecimiento de la ciudad; con falta de frecuencias y líneas «muy largas y de recorrido ilógico», el Ayuntamiento se plantea una reordenación del transporte urbano teniendo en cuenta el «cambio radical en los polos de atracción» que supondrá la apertura del nuevo Hospital Central, prevista para 2013.
El análisis de la situación del transporte actual lo realiza por encargo del Consistorio la empresa Inca, Servicios y Proyectos de Ingeniería Civil, y, de momento, ha elaborado un avance con propuestas para mejorar la red de transporte público en el municipio. Entre otras, plantea que la ciudad quede fuera del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA).
Esta ha sido una demanda muy reclamada por los grupos de la oposición y algunas asociaciones vecinales. Sin embargo, la empresa argumenta en el estudio que la incorporación al CTA, sin ninguna compensación económica por parte del Gobierno regional (tal y como se ha negociado hasta ahora), supondría un coste aún mayor para el Ayuntamiento: Oviedo es «el único municipio asturiano receptor neto de viajeros». Es decir, que recibe más de los que exporta, razona.
Si el servicio ya es deficitario (cuesta 19,1 millones de euros e ingresa por venta de billetes 10,5 millones, y la diferencia, 8,6 millones la subvenciona el Consistorio), un incremento de viajeros y de medios para mantenerlo, explica, supondría un mayor desembolso económico para las arcas municipales. Sin una compensación por parte del Ejecutivo regional, aumentaría «el déficit sin aportar ventajas» a los ovetenses.
El anterior gobierno socialista se negó a aportar una partida a la ciudad. El cambio en las siglas de los responsables del Ejecutivo regional podría conllevar un giro en la negociación. Si no hay variación (económica), la ciudad continuará fuera del consorcio. Aun así, según la propuesta, cabría crear «nuevos títulos de transporte que permitan el transbordo», como un bono de tarifa plana mensual que incentive el uso del bus.
Zona rural
El documento que presentó la empresa que lo elabora y el ingeniero municipal Ignacio Ruiz Latierro el jueves por la tarde a los grupos municipales, también reconoce la necesidad de impulsar un sistema de transporte alternativo a zonas «de carácter social». Se trataría de cambiar el bus por un taxi para cuatro zonas rurales e implantar este mismo sistema a otras áreas a las que en la actualidad no llega el autobús. Se refiere a los trayectos entre Sograndio y Trubia, Las Campas y Lubrio, Puerto y Caces y San Esteban y Olloniego pasando por La Manzaneda.
El texto también sugiere la implantación de carriles bus que permitan mejorar la velocidad de los autobuses, actualmente de 11,5 kilómetros por hora; y un sistema de semáforos que priorice su paso con mayor frecuencia. Además contempla que una mejora del transporte requeriría la racionalización de la ubicación de las paradas y la implantación de intercambiadores; y propone la redacción de un reglamento que incluya sanciones para quienes, por ejemplo, suban al bus de forma fraudulenta.
La reordenación del transporte urbano es el objetivo prioritario del Plan de Movilidad, un documento que «se enriquecerá» con las aportaciones que hagan los ciudadanos durante el periodo de información pública que se abrirá probablemente en febrero, según informó ayer a través de una nota de prensa el departamento que elabora el texto.
El coche y la bici
Pero las propuestas no se centran únicamente en el transporte. También idea una plataforma de coche compartido (el 56% de los desplazamientos en turismo son para ir o volver del trabajo y más del 51% se producen dentro de la ciudad), y ofrecer formación en conducción eficiente y de movilidad sostenible. Además, sugiere crear estacionamientos disuasorios donde puedan aparcar quienes lleguen en su coche y se suban al transporte público; y la gestión combinada de tarifas de aparcamiento con títulos de viaje de transporte colectivo. La intención, continúa, es regular el estacionamiento en las calles, sobre todo, donde existan aparcamientos subterráneos infrautilizados, con la intención de «desvincular las plazas de residentes de las rotatorias».
También apunta a una necesaria reordenación del tráfico. Señala, con datos de la Policía Local, que los principales problemas se producen en las glorietas de la plaza de Castilla y la Cruz Roja, en la de Fozaneldi y en La Tenderina. Una congestión que «está provocada por el uso cada vez mayor del coche». Entre 1998 y 2009, el parque de vehículos en la ciudad creció un 26,5% hasta los 95.592. En 2010, 1,42 personas ocupaban cada coche cuando en 1999 eran 1, 39.
Para incrementar el uso de la bicicleta propone señalizar y difundir los itinerarios existentes, generar nuevas sendas, instalar más aparcamientos, eliminar puntos de peligrosidad y permitir subirlas al bus.