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Xixón Medio Ambiente y Sostenibilidad

Gijón se reconcilia con sus gaviotas: de villanas a vecinas

La ciudad lanza un ambicioso plan ético para convivir con la gaviota patiamarilla

A.G.

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La ciudad asturiana lanza un ambicioso plan ético para convivir con la gaviota patiamarilla y será referente, celebra el Festival del Vencejo Pálido y sellará un convenio histórico para cuidar de toda su fauna urbana. Una transformación que empieza en nuestras calles… y en nuestras ventanas.

De villanas a vecinas: las gaviotas tienen una segunda oportunidad

Durante años, la gaviota patiamarilla fue tratada como un problema urbano: anidaba en tejados, gritaba al amanecer y protagonizaba incursiones en terrazas, parques o playas. La respuesta fue tajante: miles de crías eran sacrificadas cada verano para frenar su expansión. Pero eso está cambiando.

En 2024, y por primera vez, solo 170 polluelos fueron retirados de forma letal, una cifra drásticamente inferior respecto a décadas anteriores. Gracias a un nuevo enfoque científico, ético y no letal, el Ayuntamiento de Gijón ha iniciado un cambio histórico. El objetivo para 2027: sacrificio cero, con Gijón como referente nacional en convivencia urbana con la biodiversidad.

Una especie en declive… aunque no lo parezca

Aunque pueda parecer abundante en las ciudades, la gaviota patiamarilla está en retroceso. Ha sido incluida en el Libro Rojo de las Aves de España por su grave declive poblacional, con pérdidas de efectivos en muchas de sus colonias costeras.

•Cada pareja pone entre 1 y 3 huevos por temporada.

•Solo el 50 % eclosiona, y la productividad media es de 1,2 a 1,6 pollos por pareja.

•Es una especie longeva (más de 20 años) y su supervivencia adulta es clave para mantener poblaciones estables.

•Los pollos tienen una alta mortalidad en su primer año, por lo que la población se autorregula en función del alimento disponible. De ahí que limitar el acceso a comida es clave

•Altísima filopatría: las aves tienden a anidar donde nacieron y solo cambian de lugar si hay perturbaciones graves o falta de recursos. Si nació en tu tejado, volverá al mismo.

La ciudad lanza un ambicioso plan ético para convivir con la gaviota patiamarilla

¿Qué se está haciendo en Gijón?

El nuevo plan ético y no letal —que entra en vigor plenamente en el tercer trimestre de 2025— está liderado por una empresa especializada en gestión poblacional e involucrará en la medida de lo posible a la Universidad de Oviedo, entidades ornitológicas y colectivos ciudadanos. Las líneas de acción son:

•Disuasión activa no invasiva mediante aves rapaces adiestradas.

•Reducción de residuos alimenticios para eliminar fuentes de alimentación artificial.

•Educación ambiental y campañas para evitar malas prácticas.

•Seguimiento científico para adaptar las acciones a cada zona.

“No se trata de exterminar, sino de entender y gestionar con conocimiento. Queremos una ciudad que conviva con su biodiversidad urbana”, explican desde el Área de Medio Ambiente.

La ciudadanía, parte de la solución

La empresa gestora ha optimizado sus protocolos para reducir drásticamente el sacrificio, pero aunque este se ha reducido casi al 80%, la colaboración ciudadana es clave.

Si no se avisa a tiempo, los nidos con polluelos desarrollados no se intervienen por razones éticas, y las crías siguen su desarrollo natural.

Tu papel es fundamental:

•No alimentes gaviotas. Está prohibido y puede conllevar multas de hasta 750 €.

•No dejes restos de comida en terrazas, balcones o playas.

•Usa siempre papeleras cerradas para depositar comida o restos de comida.

•Avisa cuanto antes al Ayuntamiento si detectas un nido en tu comunidad o entorno laboral.

Una ciudad responsable con su entorno

El objetivo no es erradicar, sino favorecer el retorno de las gaviotas a sus colonias costeras naturales, donde aún pueden recuperar sus poblaciones si dejamos de atraerlas artificialmente.

Del 13 al 15 de junio, Gijón celebrará por primera vez el Festival del Vencejo Pálido

Festival del Vencejo Pálido: cuando mirar al cielo se convierte en arte

Del 13 al 15 de junio, Gijón celebrará por primera vez el Festival del Vencejo Pálido, dedicado a una de las aves más fascinantes (y desconocidas) de nuestro entorno: el vencejo, que vive en el aire, duerme volando y regresa cada primavera a anidar en nuestras fachadas.

Durante tres días, habrá rutas ornitológicas, cuentacuentos, talleres infantiles, exposiciones ilustradas, mesas redondas y actividades de ciencia ciudadana. Consulta el programa completo pinchando aquí

“Los vencejos pasan desapercibidos, pero son esenciales para el equilibrio ecológico. Este festival busca que Gijón los reconozca, los admire y los proteja”, señalan los organizadores.

Convenio para cuidar a los heridos del aire

Como parte de esta transformación, el Ayuntamiento de Gijón firmará con el Principado un Convenio Marco para la recuperación de fauna silvestre urbana. Aves caídas, erizos desorientados o polluelos accidentados recibirán primeros auxilios en la Pajarera del Parque Isabel la Católica, con apoyo del Principado. Además, se formará al personal municipal, se crearán protocolos de actuación y se mejorará la atención veterinaria de urgencia para aves.

Gatos, vencejos y colirrojos: un equilibrio delicado

El compromiso con la biodiversidad no se limita a las aves. Gijón refuerza también su Plan CER (Captura, Esterilización y Retorno) para el control ético de colonias felinas. Esta medida, avalada por entidades científicas, es clave para proteger a las aves que anidan en el suelo o en zonas bajas, especialmente en época de cría.

Menos gatos no gestionados = más biodiversidad = más equilibrio urbano.

También Gijón Ecoresiliente suma:

En Gijón Ecoresiliente, para favorecer a las aves se están instalando refugios de biodiversidad en zonas verdes que ofrecen hábitats seguros para aves insectívoras y depredadoras de pequeños animales, ayudando al control natural de plagas. Además, se realizan estudios científicos con técnicas de anillamiento y marcaje para conocer mejor el comportamiento y movimientos de las aves, lo que permite adaptar las acciones urbanísticas para su bienestar. También se están creando minibosques autóctonos con el método Miyawaki, que proporcionan espacios naturales y variados para que las aves puedan vivir y reproducirse en la ciudad, contribuyendo así a aumentar la biodiversidad urbana.

Una ciudad que escucha a sus aves... y aprende de ellas

Gijón se suma así, con esta iniciativa, más la ya comenzada con Gijón ecoresiliente, a la corriente europea de renaturalización urbana, con una estrategia que une gestión ética, ciencia, cultura y participación ciudadana. Ejemplos de ello son Barcelona (uso de drones para disuadir gaviotas sin daño), Ámsterdam (participación ciudadana activa en el seguimiento de aves urbanas), Londres (programa ético de esterilización de palomas) y Copenhague (restauración de humedales urbanos para aves migratorias).

Lo que antes se resolvía con sacrificios, ahora se aborda con conocimiento, sensibilidad y acción colectiva. Las aves ya no son un problema. Son parte de la solución.

Porque construir una ciudad más habitable también significa hacerla habitable para quienes vuelan sobre ella. Y un Gijón con pluma, es un mejor Gijón.