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Entrevista a Aroa G. Zuazua, responsable del Departamento de Orientación del Colegio Palacio de Granda
El acompañamiento emocional del alumnado es una pieza esencial en el modelo educativo del Colegio Palacio de Granda. Desde Infantil hasta Bachillerato, se apuesta por un trabajo continuo y personalizado que favorece la inteligencia emocional, el desarrollo personal y la sana convivencia. Aroa G. Zuazua, directora del Departamento de Orientación del centro, nos cuenta cómo se integra este enfoque en la vida escolar diaria.
– Nuestro punto de partida es que cada alumno tiene una forma única de sentir, expresar y gestionar sus emociones. Por eso, adaptamos las intervenciones a las características de cada etapa y grupo. A través de tutorías, actividades específicas y propuestas de enriquecimiento, ofrecemos espacios donde los estudiantes pueden explorar lo que sienten, aprender a identificarlo y encontrar herramientas para gestionarlo. Lo hacemos desde lo cotidiano, en dinámicas grupales, juegos o ejercicios de reflexión que les ayudan a conocerse mejor.
– Valoramos especialmente la empatía, la comunicación, la regulación emocional y la capacidad de superar dificultades. Cuando un niño aprende a reconocer lo que le ocurre por dentro, también puede ponerse en el lugar del otro, relacionarse con más respeto y resolver conflictos de forma positiva. Todo esto no solo mejora el ambiente escolar, también les prepara para la vida.
– No concebimos la educación emocional como algo puntual, sino como parte del día a día. A lo largo del curso, organizamos sesiones específicas, pero también lo integramos en proyectos, celebraciones, dinámicas de grupo y en el acompañamiento diario del equipo docente. Apostamos por una formación que fortalezca la autoestima del alumnado y su capacidad para desenvolverse en distintos contextos.
Aroa G. Zuazua, directora del Departamento de Orientación del Colegio Palacio de Granda durante una de las actividades
– Fundamental. Desde el colegio buscamos siempre una comunicación fluida con las familias, ya que el entorno familiar es clave para consolidar lo que se trabaja en el aula. Trabajamos en equipo con ellos, compartimos orientaciones, observaciones y buscamos estrategias conjuntas para el bienestar del alumno. Cuando hay confianza y colaboración, el impacto positivo se multiplica.
– Una base emocional sólida es el mejor punto de partida para cualquier persona. Aumenta la seguridad en uno mismo, mejora las relaciones personales y permite afrontar los retos con mayor equilibrio. En definitiva, prepara a los alumnos para crecer siendo personas conscientes, respetuosas y resilientes.
En el Colegio Palacio de Granda, la educación emocional no es un complemento, sino un eje esencial del proyecto educativo. El centro apuesta por una formación que va más allá del conocimiento académico, enfocada en ayudar a sus alumnos a convertirse en personas emocionalmente maduras y comprometidas con los demás.