«Noreña son mis raíces, es donde nací y donde terminaré»

Si a Janel Cuesta se le pregunta por Noreña, seguramente comience hablando de los veranos de su infancia en casa de su abuela y de las tardes de la época estival bañándose en el río. Aunque Janel lleva «toda la vida» viviendo en Gijón, ni por asomo reniega de Noreña, el lugar que le vio nacer allá por 1933 y del que presume «con mucho orgullo». Por eso, todo ese cariño que el ex presidente del Grupo Covadonga, escritor, colaborador de EL COMERCIO e historiador de Gijón le da a la villa condal, ha querido ser devuelto. El pasado miércoles, Janel se llevaba la grata sorpresa de haber sido nombrado 'Noreñense del año 2024', distinción que entrega la Asociación de Amigos de Noreña todos los años a todos aquellos con vinculación en el concejo. El 13 de septiembre, habrá una comida en el Hotel Cristina en el curso de la cual se le hará entrega de una placa conmemorativa a él y a otro galardonado, aún por anunciar. Además, se sortearán varios ejemplares de libros de Janel Cuesta.

«¡Pero hay noreñenses mucho mejores!». Eso fue lo que dijo con humildad Janel al coordinador de la asociación Joaquín Lantero al enterarse de la noticia. «Puede que sea cierto, pero para nosotros es muy notable entregárselo a él», confiesa Lantero a este periódico. El coordinador, que conoce a Janel «desde siempre», es consciente del cariño que el escritor tiene a Noreña. «Es lo que nosotros buscamos con este premio, presumir de concejo y queremos a gente que también lo haga». Una vez reposada la noticia, Janel agradece que su pueblo se acuerde de él y poder disfrutar de la distinción «en vida», una que suma a la lista de las que Noreña ya le ha entregado como 'Caballero de honor de la Orden de Sabadiego', el de 'Villa y Condado de Noreña y el premio 'Abuelo Ejemplar'.

La vinculación que siente con Noreña es tal que no se permite perderse ni un año las celebraciones, en las que se conmemora la festividad del Ecce-Homo. «Desde que nací, hace 91 años, no he fallado a la fecha en ninguna ocasión, fuera en la guerra civil o en la pandemia, siempre he estado».

No importan las circunstancias. Janel Cuesta puede decir con orgullo que no falla a la cita. «Durante la guerra, mis padres no faltaron a la procesión y, ahora en pandemia, en los tres años que no se celebraron las fiestas, mi hermano y yo acudimos e hicimos la procesión solos», recuerda. Además, casualidades de la vida, Janel tiene marcado en el corazón el 14 de septiembre, día del santo en Noreña, pero también el día en el que nació una de sus hijas. «Mi vinculación con Noreña existe en muchos ámbitos», confirma.

Aunque lo primero que se le venga a la mente sean esos veranos de su niñez, también pasó una larga temporada en el concejo durante la mili. «Siempre digo que hice el servicio militar en Oviedo y la vida social en Noreña», afirma. Siendo la villa su punto de referencia, Janel cogía su bicicleta para ir a comer o dormir a casa de su abuela. Todo ello lo cuenta en su libro 'Sargento Galindo. Diario de un soldado'.

Otra de las cosas que lleva para siempre consigo son todas las amistades que hizo en la villa condal. Enumera al cantante Tino Fombona, tan solo un año mayor que él y con el que acudió a clase. Continúa haciendo mención a Víctor González Arrojo, quien fundó la empresa de transportes de viajeros Arrojo. O la familia Castromocho, y podría seguir. «Me acuerdo mucho de todos ellos y lo hago con mucho cariño, sobre todo de los que ya no están».

Sobre su abuela, recuerda que el vicepresidente Camino Alonso Vega, durante la dictadura de Franco, estaba casado con una noreñense. Por eso, cada vez que iba al concejo paraba enfrente del portal de su abuela para enterarse de lo que pasaba en el pueblo. «Mi abuela se encargaba de contar qué familia necesitaba que le echaran una mano en la posguerra, con ello ayudó a mucha gente». Como buen historiador, Janel también apunta que dos alcaldes de Gijón comparten lugar natal con él. Se trata de Faustino Fernández Gómez y Joaquín Vigil-Escalera. También añade, irónico, que en realidad Gijón nunca tuvo conde sino que «al Conde de Noreña –Alfonso Enríquez– le regaló el rey la 'puebla' de Gijón. Por eso muchas veces se confunde con que fuera el conde de Gijón», a lo que apunta que «tenía su residencia en lo que ahora es la casa de Jovellanos».

Si para Janel Gijón es el paraíso, Noreña son sus raíces. «Es el lugar en el que nací. Mis padres eran de ahí y mi familia está enterrada allí. Yo también tengo un sitio reservado. Espero ir lo más tarde posible, pero a Noreña volveré», concluye.