El Oviedo más brillante por Navidad: «La gente tiene ganas de fiesta»
Multitud de personas acudieron al encendido de las luces desde la calle Uría
Oviedo prendió la luz y desató la Navidad casi un mes antes de las fechas señaladas. Una muchedumbre llenó las calles de Uría, San Francisco, la plaza de La Escandalera, el paseo de Los Álamos y una buena parte de la zona inferior del Campo San Francisco para presenciar el encendido de las millones de luces que jalonan las calles de la ciudad para las fiestas y principalmente en el núcleo de la emblemática plaza ovetense.
La mano del alcalde, Alfredo Canteli, casi con puntualidad británica, apretó el pulsador y todo se iluminó. Los sonidos de aprobación siguieron al encendido de una multitud que se vio recompensada por las pequeñas bombillas que brillaron de golpe a su alrededor entre árboles de colores, cruces de los ángeles, estrellas y un cono gigante que preside la plaza.
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Minutos antes, las calles del casco histórico rezumaron Navidad con la actuación de los alumnos de clarinete y el coro del Aula Municipal de Música María Teresa Prieto en la plaza del Ayuntamiento y del pasacalles Estrellas, que recorrió las vías del Oviedo Antiguo hasta desembocar en La Escandalera por San Francisco. Eso sí, con dificultades porque la plaza y aledaños estaban prácticamente colapsadas. En concreto, unas 25.000 personas salieron ayer a disfrutar del encendido de la Navidad, según fuentes de la Policía Municipal.
El caso es que las calles cada año se quedan más pequeñas porque cada año los llenazos para la ceremonia de encendido son mayores. Se ha hecho del acto ya una tradición y los ovetenses responden en masa.
Tras el encendido, Alfredo Canteli expresó su emoción porque «este es el Oviedo que yo quiero, un Oviedo participativo y un Oviedo que sea feliz en el que la gente tiene ganas de fiesta, de pasarlo bien, de evadirse de los problemas que tenemos todos para que Oviedo siga creciendo».
El regidor, embelesado por la luz y la gente, fue más allá y definió la llegada de personas como «en manadas por las calles de la ciudad camino de La Escandalera», y afirmó que «paseo por Oviedo y respiro lo que se siente en Oviedo. Me siento muy feliz como alcalde y con ganas de trabajar mucho. Ya lo estoy haciendo, pero cosas como esta de hoy, tan participativas, dan un impulso tremendo». Y finalizó: «Tener Oviedo con este ambiente no hay dinero que lo pague».
Junto a Canteli, casi la totalidad del equipo de gobierno, y los representantes del Grupo Municipal de IU-Convocatoria por Oviedo, Cristina Pontón y Alejandro Suárez. También el diputado regional y presidente del PP de Asturias, Álvaro Queipo, acompañado del diputado popular y anterior concejal de Cultura, José Luis Costillas.
En total, 337 localizaciones de la capital asturiana lucen una iluminación navideña para la que el Consistorio no ha escatimado en gastos. Más de 590 arcos de luz, 380 motivos navideños, treinta letreros con el mensaje de 'Feliz Navidad' para ovetenses y turistas, sesenta metros de guirnaldas, novecientos árboles, tres techos de luz, 54 figuras en tres dimensiones y cinco portadas. De nuevo, uno de los puntos fuertes, el gran pasaje iluminado de la calle Pelayo junto al enorme árbol de Navidad del Teatro Campoamor, sin olvidar el mercado de Navidad instalado en la plaza de la Catedral.
A las ocho de la tarde llegó uno de los momentos más esperados, sobre todo por los más jóvenes, la actuación en el escenario instalado en la intersección de Santa Cruz con La Escandalera del Grupo Beatriz que, con un rosa impoluto y acompañada de un cuerpo de baile de cinco personas, arrancó la noche como la 'Potra salvaje', de Isabel Aaiún, que coreó el público sin desmayo tras saltar a la fama por ser la canción de cabecera de la Selección Española de Fútbol durante la pasada Eurocopa.
En familia y con amigos
Entre el público el bullicio era enorme. Ramiro Fortes, con sus dos hijos (Alejandro y Romeo) y otros dos, «Raúl y Carolina, hijos de un amigo», asistía divertido a la cara de sorpresa y satisfacción de los cuatro niños: «Hemos venido muy pronto para intentar ponernos en primera fila del escenario, pero ha sido casi imposible. Los niños quieren ver a Beatriz, les gusta».
Un grupo de amigos formado por Juan Luis Pérez, Lolo Castro, Julio César Vázquez y Pedro Pérez comenzaron a moverse al ritmo de la música de Beatriz. «Mira que nos gusta una fiesta como ésta», aseguraban. Oviedo prendió ayer las luminarias de la Navidad, cada año más pronto, pero cada año con más éxito.