¿Por qué hay personas que siempre llegan tarde?
Hay una explicación científica para entender por qué hay quien siempre llega con algunos minutos, o incluso horas, de retraso a cualquier tipo de cita
Seguro que todos hemos llegado tarde en alguna ocasión a alguna cita. Sin embargo, hay personas que siempre lo hacen y para las que el retraso es una rutina. Da igual que sea para una cita, para una entrevista laboral o incluso, cada mañana para acudir al puesto de trabajo, nunca consiguen llegar a la hora.
Esta es una característica que afecta a la persona en sí, pero también a los que la rodean, que perderán muchos minutos esperándo y consumirán no poca paciencia para llevarlo de la mejor manera posible.
Lo común es pensar que las personas que llegan tarde lo hacen por simple desorganización, por pereza, o incluso, se les tacha de tener falta de consideración hacia los demás por no valorar su tiempo, sin embargo, parece que hay un motivo más profundo y científico detrás de este comportamiento.
¿Por qué hay personas que no puede ser puntuales?
Al parecer llegar siempre tarde a los sitios tiene que ver con la 'Memoria Eventual Basada en el Tiempo', según se desprende de un estudio realizado por la Universidad de Washington.
Tras varios experimentos realizados, llegaron a la conclusión de que hay personas que controlan mejor que otras el tiempo necesario para realizar una tarea y, las que no logran controlarlo bien, pierden la noción del tiempo.
Todos hemos experimentado alguna vez la sensación de que han pasado cinco minutos y, en realidad, ha transcurrido mucho más tiempo, pero el problema viene cuando esto se repite de forma crónica. Las personas que experimentan esta dificultad suelen llegar a sus citas con cierto retraso o con mucha antelación.
Este es uno de los informes más recientes pero no es el único. Hace unos años y tras una serie de estudios, los expertos clasificaron a las personas en dos categorías: los del tipo A, que suelen ser puntuales y el tipo B, que siempre tienden a llegar tarde porque sienten que el tiempo pasa de forma diferente.
Tras varias pruebas descubrieron que los del tipo A podían calcular un minuto mentalmente casi con eactitud, 58 segundos de media, mientras que los del tipo B contaban unos 77 segundos, es decir, perciben que los minutos duran mucho más de lo que realmente lo hacen. Una diferencia de casi 20 segundos por minuto que puede llegar a ser una cifra importante acumulada.
Consejos para dejar de llegar tarde
Es una buena «excusa» y es cierto que este tipo de personas van a tener más dificultades para ser puntuales, pero es posible encontrar soluciones para conseguir llegar a la hora y no tener a nadie a la espera. Estas son algunas buenas prácticas que pueden ayudar a conseguirlo:
1. Mirar más el reloj: Es muy básico pero si sabes que no sueles calcular bien el tiempo, tendrás que fiarte menos de lo que piensas y más de lo que ves. Mira el reloj más a menudo para intentar que no te pille el toro.
2. Calcular lo que se tarda en hacer algo: Esto es muy importante ya que la percepción que tienen las personas que llegan tarde está lejos de la realidad. Calcular lo que se tarda realmente en hacer rutinas diarias como ducharse, desayunar, recoger la cocina, etc. puede ayudar a medir mucho mejor los tiempos y a saber cuándo hay que dejar de hacer algo para llegar a tiempo.
3. Organizarse para llegar a tiempo: Una vez que se sabe más o menos cuánto se tarda en hacer algo es fácil organizarse para hacerlo a tiempo. Se puede calcular todo lo que se tiene que hacer antes de ir a un sitio y de esta manera saber cuando hay que empezar a hacerlo. Lo ideal es que una vez que hayas calculado todo le añadas unos 15 o 20 minutos de más para evitar cualquier imprevisto.
4. Dormir lo suficiente: Puede parecer una tontería pero el momento de salir de casa suele ser uno de los más caóticos del día. Levantarse descansado y con energía, no sólo hará que cueste menos madrugar sino que se encarará el día de otra manera.
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5. Eliminar distracciones: Es importante concentrarse en lo que hay que hacer y evitar otras distracciones como por ejemplo, las redes sociales. Si hay que arreglarse para ir a trabajar, desayunar mirando el 'smartphone' puede hacer que los minutos vuelen y que se pierda el foco.
Estos son solo algunos consejos para tratar de llegar a la hora pero, pensar también en las personas que nos están esperando o en las consecuencias negativas que puede acarrear la impuntualidad puede ser una motivación extra.